Alberto y Estefanía de Mónaco vistieron la gala de la Lucha contra el Sida como cualquier turista durante unas vacaciones de verano en Hawai o en el Caribe.
Carolina de Mónaco durante su luna de miel con Philippe Junot en la Polinesia puso el toque exótico a su atuendo de playa con una corona de flores.
Los dorados años de juventud de Carolina de Mónaco.
Carolina de Mónaco no pierde glamour con el paso de los años.
Carolina y Estefanía de Mónaco apuestan por códigos de estilo diferentes en el Día Nacional.
Carolina de Mónaco es la princesa modelo.
La elegancia de Carolina de Mónaco y la modernidad de Estefanía de Mónaco en la coronación del príncipe Alberto.
Carolina de Mónaco, una princesa siempre idónea para una portada de glamour.
Carolina de Mónaco impone elegancia con un golpe de tacón como una reina con un golpe de su cetro.
Carolina de Mónaco hace de un atuendo sutil uno grandioso con los accesorios.
Estefanía de Mónaco abre de par en par las puertas de su armario a tendencias desterradas en los vestidores reales, porque siempre ha sido rebelde, diferente y, en definitiva, libre.
Mucho antes de que Federico de Dinamarca dejara ver en unas vacaciones sus dos tatuajes o de que Sofia de Suecia irrumpiera en la corte, fue Estefanía de Mónaco la que impuso la tinta en palacio. Hasta seis tatuajes se pueden encontrar en su cuerpo. En esta imagen se aprecia un sol tatuado en la muñeca.
El anillo tatuado de Estefanía de Mónaco.