Arena blanca, cocoteros, aves de colores y aguas cristalinas rodean 35 villas de lujo construidas al estilo polinesio, con todos los detalles posibles y ocultas en la vegetación. El complejo cuenta con playas privadas, restaurantes ‘gourmet’, spa y un huerto ecológico. Una noche de alojamiento en el lugar más sencillo cuesta en torno a los 2.500 euros por noche. Foto: www.thebrando.com