Camille Gottlieb apenas conoció a su abuelo materno, el príncipe Raniero, pero tampoco lo olvida: “Tuvimos una conexión muy fuerte. Me encantaba estar con él. Para mí, antes que ser un príncipe, era un abuelo, mi abuelo. Solo lo conocí seis años, desafortunadamente, pero él nunca dejó de ser una fuente de inspiración para mi madre y para mí”.