Las lágrimas de las abuelas, los apuros de las damas, un ramo para Bianca Brandolini y los invitados inesperados de la boda de Beatrice y Pierre

La isolina de San Giovanni es el lugar que ha acogido el enlace, un pequeño paraíso que emerge a 150 metros de la orilla de Pallanza en el lago Maggiore, el segundo más grande de Italia. Este islote, rodeado de espesa vegetación, es la residencia de verano del conde Carlo Borromeo, padre de Beatrice, y es la única que no está abierta al público. Un lugar idílico para una boda, que se ha blindado para la ocasión

Pierre Casiraghi saliendo del Gran Hotel Islas Borromeas para poner rumbo a la isla de San Giovanni, escoltado por algunos de sus mejores amigos, vestidos para la ocasión con chalecos amarillos a juego

Lapo Elkann recorrió las calles de Stresa con un Fiat 500 antiguo, con sillones de mimbre y a bordo llevaba a algunos de los invitados más pequeños de la boda

La abuela de Beatrice, Marta Marzotto, estaba radiante y feliz de camino a la boda de su nieta, momento en el que estaba rodeada de algunos de sus nietos, entre ellos Tommaso y Margherita. Según la prensa del lugar, la 'nonna' era una de las elegidas para ejercer de testigo de la ceremonia religiosa

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Entre los invitados se ha podido ver a Lana del Rey con su novio el fotógrafo Francesco Carrozzini -que es hijo de la periodista Franca Sozzani, una amiga íntima de la familia que, como muchos de los invitados, también estuvo en la boda de Mónaco. A la derecha, Bianca Brandolini, con un vestido de Dolce Gabbana.

Pierre Casiraghi saliendo del Gran Hotel Islas Borromeas para poner rumbo a la isla de San Giovanni