Beatrice Borromeo, reconocida por su elegancia innata y su estilo impecable, sigue los pasos de una de las figuras más emblemáticas de la realeza: Grace Kelly. En el Baile de la Rosa, celebrado este sábado en Montecarlo, la esposa de Pierre Casiraghi rindió homenaje a la princesa de Mónaco al lucir uno de sus peinados más icónicos: un recogido con trenza enroscada a modo de tocado.
Para completar su look, Beatrice adornó su recogido con el broche Bird on a Rock, de Tiffany & Co., que rinde homenaje a uno de los diseñadores más visionarios del siglo XX: Jean Schlumberger. Esta pieza presenta un diamante de talla cojín de más de 25 quilates, acompañado por una combinación de 204 diamantes talla baguette, pera y brillante redonda.
Beatrice, de 39 años, evocó el inconfundible glamour de Grace Kelly, la inolvidable princesa de Mónaco que falleció el 14 de septiembre de 1982 en un trágico accidente de tráfico. Este gesto, cargado de simbolismo, no solo rinde homenaje a la leyenda de la realeza y el cine, sino que también refuerza la posición de la aristócrata como la mejor heredera del estilo inigualable de Grace Kelly dentro de los Grimaldi. Satisfecha con el resultado de su look, compartió dos imágenes en las que mostraba los detalles de su vestido rojo y la joya que adornaba su trenza.
La esposa de Raniero de Mónaco y madre de Carolina, Alberto y Estefanía acostumbraba a lucir este peinado con la misma elegancia que hoy en día distingue a la esposa de su nieto Pierre. Además, la que fuera musa de Hitchcock adornaba su trenza con joyas exquisitas, especialmente con perlas brillantes entrelazadas, un detalle que aportaba aún más sofisticación a su ya icónico estilo.
Beatrice parece decidida a asumir el legado de Grace Kelly, la inolvidable princesa de Mónaco y estrella de Hollywood que se convirtió en un verdadero icono de estilo dentro de la realeza europea. No es la primera vez que la aristócrata se inspira en su elegancia atemporal, reproduciendo tanto sus peinados como sus looks más icónicos. En el Baile de la Rosa de 2019, sorprendió con un sofisticado moño italiano que realzaba por completo su escote, un estilismo que guardaba un asombroso parecido con el que Grace Kelly lució durante una visita oficial a París en 1959.
Más allá de aspirar a convertirse en la sucesora de Grace Kelly, Beatrice es una mujer de profundas inquietudes que ha construido una vida plena en Mónaco junto a su marido, Pierre Casiraghi, y sus dos hijos, Stefano y Francesco. Su amor por Pierre la llevó a dejar su carrera como periodista en Italia, pero lejos de apartarse del mundo profesional, encontró en el cine una nueva pasión. Con el respaldo de su esposo, fundó su propia productora y debutó como directora con El príncipe que nunca reinó, la serie documental de Netflix sobre Víctor Manuel de Saboya.