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Hubo un tiempo en que la vida de Charlene de Mónaco fue un absoluto misterio. Los enigmas se situaban sobre una princesa que quedó atrapada en Sudáfrica, su país natal, durante muchos meses a causa de una grave infección otorrinolaringológica que desató todo tipo de rumores sobre su verdadero estado de salud y sobre su matrimonio con el príncipe Alberto. Finalmente, parte del misterio se resolvió el 8 de noviembre de 2021, cuando regresó al Principado y se reunió con su marido y sus hijos. Aún tuvo que pasar un tiempo hasta que la Princesa recuperó su agenda pública y volvió a estar plenamente integrada en la sociedad monegasca, de la que hoy disfruta a pleno rendimiento.
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El reencuentro de Charlene con los suyos en el Palacio Grimaldi estuvo rodeado de misterio, pero también de muchos abrazos y cariño. Entonces se dio por supuesto que participaría casi de inmediato de la agenda oficial, pero la sorpresa vino cuando se retiró temporalmente del trabajo para recuperar su salud. Esto no hizo más que sembrar de nuevo los enigmas y la incertidumbre que se vieron acrecentados cuando su marido confirmó en Monaco Matin que no estaba en el Principado y que su dolencia “no es solo física”. Los rumores sobre crisis matrimonial también resurgieron con fuerza, pese a que sus protagonistas se encargaron una y otra vez de desmentirlos. En la Navidad de 2021, la pareja y sus hijos se reencontraron en la cínica de Europa donde se recuperaba la Princesa y cinco meses después , Charlene regresó a la vida pública y 'al Reino'.
Tras quince meses retirada, el 1 de mayo de 2022, Charlene de Mónaco acudió a su primer acto público. Acudió junto con el príncipe Alberto y sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella al campeonato de Fórmula E. Apareció por sorpresa y con una imagen rompedora, marcando sus ojos con una intensa sombra oscura y eligiendo un sofisticado traje gris marengo. Su aspecto fue bueno y supuso el pistoletazo de salida a un sinfín de eventos que ha llevado desde entonces.
Fue entonces cuando volvió la Charlene glamourosa e impactante de siempre con su ice blonde, el rubio que entonces era una de las grandes tendencias en peluquería, y haciendo sus primeros viajes internacionales. En Noruega, Alberto y su mujer nos regalaron unas románticas imágenes en las que se besaban y con las que ponían fin a todas las especulaciones y polémicas.
Una agenda oficial cada vez más intensa
Poco a poco, la Princesa monegasca fue participando cada vez más activamente de los compromisos institucionales. Así, en julio de 2022 visitó en solitario a los nuevos bebés del Principado nacidos en el ala de maternidad del Centro Hospitalario Princesa Grace. Días después, recibió a una representación de la prestigiosa firma joyera Van Cleef&Arples, con lo que demostró que estaba completamente recuperada.
También ha habido tiempo para una audiencia con el Papa Francisco, la gala de la Cruz Roja y la apertura del Palacio Grimaldi al público después de siete años y confesiones como la que hizo a la revista sudafricana News 24 donde dijo que “me siento mucho más fuerte físicamente. El camino ha sido largo, difícil y doloroso. No quiero ir muy rápido, pero hoy me siento más tranquila”, manifestó. En el otoño de 2022, los príncipes monegascos acudieron al funeral de Estado de Isabel II de Reino Unido y regresó al front row de la Fashion Week de París.
Charlene ya volvía a ser la de antes con cortes de pelo a la última y joyas fastuosas como el impresionante Diamante Grace hasta que en noviembre de 2022 reapareció en el Día Nacional, vestida completamente de blanco y con pamela oscura. Posteriormente, llegó la Navidad, donde Mónaco se transforma en un lugar mágico y llegaron las celebraciones de Santa Devota, patrona del Principado, donde Charlene volvió a dar la talla.
En 2023 también hubo nuevos rumores que apuntaban a una separación entre Alberto y Charlene y que sus protagonistas calificaron de “maliciosos”. Incluso la vimos bailar La Macarena en el tradicional torneo de Santa Devota y volver a las carreras de la Fórmula 1.
El giro en sus redes sociales
En agosto del año pasado, Charlene cambió de rumbo. Desactivó su perfil personal en las redes sociales y pasó unos días de descanso en Córcega junto a su marido. En las redes, la Princesa daba muchos detalles sobre su vida, su trabajo en defensa de la vida salvaje en Sudáfrica y dejaba mostrar la intimidad de su hogar y de sus niños. Ella misma publicó algunas imágenes preocupantes durante su convalecencia en la que se la veía muy delgada y donde parecía que había abrazado más que nunca su fe. La desactivación de su cuenta supuso toda una sorpresa y vino solo unos días después de que se comenzara a comentar que la Princesa residía en Suiza y que solo viajaba a Mónaco para cumplir con un determinado número de actos oficiales. También durante el año pasado, la Princesa se encargó de desmentir de nuevo los rumores de crisis con su marido y la pareja se mostró en público de lo más conectada y unida.
En la actualidad puede decirse que la Princesa ha logrado estabilizar su agenda y dejar atrás el misterio sobre su salud y su vida familiar. No ha faltado a ninguna de las grandes citas de 'La Roca' y se ha mostrado especialmente unida a su cuñada, la princesa Estefanía, con la que se fundió en un gran abrazo que arrojó luz sobre cómo es en realidad su relación. Notable ha sido su presencia en los actos derivados de los Juegos Olímpicos de este verano en París. Hay que recordar que tanto Charlene como el príncipe Alberto fueron atletas olímpicos en el pasado y disfrutaron de todos los eventos relacionados con el macro evento deportivo. La próxima cita a la que no faltará será el Día Nacional de Mónaco, que tendrá lugar el 19 de noviembre.