Alberto de Mónaco sigue de lo más unido a la familia de su madre, la recordada princesa Grace. El Príncipe tuvo oportunidad de reencontrarse con sus primos Kelly con motivo del aniversario de los Premios de su madre. En Nueva York, el monarca también se reunió con su hija Jazmín y habló de cómo tener una madre estadounidense marcó su vida y sigue marcando sus pasos.
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El Príncipe ha arrojado luz sobre cómo es su día a día en su hogar y cómo el idioma inglés ocupa un lugar muy importante en su rutina familiar y la de sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella. Cuando era adolescente, Alberto de Mónaco tenía una leve tartamudez y se sentía más cómodo expresándose en el idioma de Shakespeare, que, por otra parte, era el de su madre Grace Kelly. Así que de pequeño, casi no usaba el francés, la lengua de su padre, el príncipe Rainiero. “Puedo contar con los dedos de ambas manos el número de veces que hablé en francés con mi madre”, ha dicho a Paris Match, donde ha reconocido que “nuestras cenas eran en inglés”.
Aunque han pasado muchas décadas, a día de hoy puede decirse que en el Palacio Grimaldi el inglés tiene prioridad sobre el francés. Además, la princesa Charlene, esposa del soberano monegasco, es sudafricana y angloparlante. Por eso sus hijos, Jacques y Gabriella, de 9 años, se dirigen a sus padres en inglés. “Trato de hablarles con mayor frecuencia en francés y han hecho enormes progresos”, dice el príncipe Alberto a la publicación gala. Sin embargo, reconoce que “cuando tengo que impedir que hagan alguna estupidez, opto por el inglés, solo para hacerme entender rápidamente”, añade con humor.
Su fluidez para las lenguas podrá hacer que Jacques y Gabriella puedan comunicarse fácilmente con la familia de su padre, con la que han tenido poco trato. Alberto de Mónaco espera que puedan estar con los Kelly en Filadelfia, igual que hizo él cuando era un niño.
Alberto de Mónaco quiere conservar los lazos con la familia Kelly
En 2016, Alberto de Mónaco adquirió la casa de la infancia de su madre, la misma donde su padre, el príncipe Rainiero, le propuso matrimonio en 1956. Se trata de una gran propiedad de estilo georgiano, situada en el 3901 de Henry Avenue y que el marido de la princesa Charlene hizo renovar por completo. La futura habitación de sus hijos ya estaría lista y es la que su padre usó de niño cuando visitaba a sus abuelos maternos.
La semana pasada, el príncipe Alberto entregó al actor Michael Douglas el Premio Príncipe Rainiero III, entregado en el 40 aniversario de la fundación Princesa Grace en el Hotel Pierre del Upper East Side de Nueva York. El reconocido intérprete contó los recuerdos que tenía de la Princesa. “Me siento honrado porque conocí a Grace Kelly cuando era joven, durante los ocho años que ella estuvo en Hollywood. Ella se fue cuando yo apenas era un niño, pero la recuerdo muy bien y era una persona maravillosa”. Además, elogió su trayectoria diciendo que “tuvo una carrera increíble de películas de éxito, en tan poco tiempo, impresionante”.