Charlene de Mónaco no para y el verano de 2024 está siendo su verano. En sus últimas y múltiples apariciones públicas, muchas de ellas relacionadas con el deporte y el olimpismo, dos temas en los que está volcada, se ha presentado relajada, feliz y en muy buena forma. Ya no hay rastro de la enfermedad que contrajo, una infección otorrinolaringológica que en 2021 la tuvo apartada durante quince meses de la vida oficial del Principado y que estuvo rodeada de muchos enigmas y misterio. Todo eso ha quedado atrás y en la gran cita Olímpica de los Juegos de París seguramente la veamos, no como hace tres años, cuando estuvo ausente en la cita de Tokio.
En su último acto junto a su marido, la Princesa se ha mostrado natural, especialmente al poner un sombrero publicitario de una marca de embutidos francesa que patrocinaba la etapa del Tour de Francia entre Mónaco y Niza. Sonriente, cercana y cariñosa con su marido, la exnadadora olímpica ha disfrutado de la etapa 21 de la carrera de ciclismo más famosa que consistió en una contrarreloj individual de 33,7 kilómetros. Unos días antes, el fin de semana derrochaba glamour con un vestido blanco de hombros descubiertos en la Gala de la Cruz Roja y con anterioridad aparecía espectacular con un sensual mono rojo a la inauguración de una exposición que inauguraron en la que se pueden ver las 40 antorchas olímpicas que el príncipe Alberto atesora desde 1936 hasta 2024. Los gestos de cariño hacia su marido, en ocasiones cogidos de la mano, fueron múltiples. También fue muy comentada su aparición, vestida con ropa deportiva, en junio portando la antorcha olímpica junto al monarca monegasco y sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, por las calles de Mónaco.
Los Juegos Olímpicos de este verano son muy importantes para la Princesa. No hay que olvidar que Charlene antes de casarse destacó como nadadora olímpica. Participó en los Juegos de Sídney de 2000, donde conoció al Príncipe y donde ganó la medalla de oro en 200 metros espalda. Seis años después de ese primer encuentro hicieron su primera aparición juntos en otras Olimpiadas, las de Turín. Entrar en la familia Grimaldi la hizo retirarse de su prometedora carrera deportiva para afrontar una vida totalmente distinta.
Seguramente en unos días, la princesa Charlene acuda junto a su marido y otros miembros de la realeza, como los reyes Felipe y Letizia, en las distintas actividades relacionadas con la apertura de los Juegos Olímpicos. Además de por la cercanía, la vinculación personal de los príncipes monegascos con este movimiento es total. Alberto de Mónaco también participó en descenso de trineo en la modalidad de bobsleigh en varias citas olímpicas.
La cita olímpica que se perdió
La cita parisina servirá a Charlene para resarcirse de los últimos Juegos Olímpicos, una de sus citas favoritas a los que no pudo ir. En Tokio 2021 causó baja por encontrarse en plena recuperación de su infección de nariz, oídos y garganta que la tuvo durante medio año recluida en Sudáfrica, su país natal. Fue una cita olímpica diferente y marcada por las restricciones de la pandemia y el príncipe Alberto, miembro del Comité Olímpico Internacional y presidente del Comité Olímpico monegasco, fue una de las mil personas que pudieron presenciar la ceremonia de inauguración.
Poco queda ya de aquella Princesa que presentaba un aspecto frágil y delicado durante la primavera de 2021. Tuvo varias operaciones otorrinolaringológicas relacionadas con una infección que contrajo a raíz de una intervención en la boca en la que se le elevó el seno maxilar, un procedimiento habitual previo a la colocación de un implante. Paralelamente a su convalecencia, surgieron múltiples rumores de crisis en la pareja debido a que cada uno vivió durante muchos meses en continentes diferentes. Alberto de Mónaco y los niños la visitaron en Sudáfrica y el monarca dio varias entrevistas con las que quería zanjar las especulaciones sobre su matrimonio. “No se fue porque estuviera enfadada conmigo o con cualquier persona. Iba a viajar a Sudáfrica para revaluar el trabajo de su Fundación allí y pasar tiempo libre con su hermano y algunos amigos”, manifestó en la revista People.
Finalmente, el 8 de noviembre de 2021 regresó a Mónaco y unos días después se anunció que se retiraba de la vida pública hasta que no estuviera recuperada del todo. Lejos de apagarse los rumores sobre qué le ocurría y cuál era su estado de salud se avivaron cuando su marido confirmó que no estaba en el Principado y que había ingresado en una clínica de Europa por voluntad propia. Esa Navidad recibió la visita de su marido y sus hijos y finalmente en marzo de 2022 regresó a Mónaco y participó en su primer acto oficial tras quince meses retirada. Desde entonces y de forma paulatina, fue recuperando su agenda hasta este 2024, cuando ha tenido un gran número de apariciones de toda índole.