Este martes, la princesa Carolina cumple 67 años. La hija mayor de los príncipes Raniero y Grace también es princesa de Hannover por matrimonio y en los últimos tiempos es una orgullosa abuela de siete nietos mientras sigue conservando su elegancia y estilo que la han convertido en una de las mujeres más admiradas del mundo.
Con motivo de su cumpleaños, repasamos su vida en 67 imágenes irrepetibles que ya son parte de la Historia de esta princesa que nació el 23 de enero de 1957. En la imagen, junto a su madre, la recordada Grace Kelly, a los dos días de su nacimiento
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Siendo un bebé, la princesa Carolina protagonizó uno de sus primeros balcones desde el Palacio Grimaldi. Esta sería la primera de una serie de apariciones desde el bastión de la dinastía que se ha ido repitiendo a lo largo de las décadas
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En el día de su segundo cumpleaños, la princesa Carolina posó así con una cámara de fotos que la habían regalado. Hasta 1958, cuando nació su hermano, fue la heredera de los derechos dinásticos del Principado
La princesa Carolina vio nacer tras ella a su hermano, el príncipe Alberto, un año menor que ella, y a su hermana la princesa Estefanía que vino al mundo cuando ella tenía ocho años
La infancia de Carolina de Mónaco transcurrió feliz tal y como muestra esta imagen captada en el Salón Waterloo del Palacio de Mónaco, con la princesa Grace tocando el piano para su familia
Con la llegada a la adolescencia, la princesa Carolina se convirtió en toda una belleza y una apasionada del ballet. Estudió en la Escuela de Danza de Marika Besobrasova en Montecarlo
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Físicamente, la princesa Carolina se parece a su abuela paterna, la princesa Carlota, duques de Valentinois y su hermano y ella fueron criados por la niñera Maureen Woods
A pesar de llevarse ocho años, las princesas Carolina y Estefanía compartieron infancia y juegos, una relación que durante la madurez también han mantenido. La también princesa de Hannover estudió, primero en Palacio , después en el colegio de Mónaco Las Damas de San Mauro y en verano se iba de campamentos a Estados Unidos, país de origen de su madre, con sus primos maternos
La princesa de Mónaco pronto dejo verse en actos oficiales del Principado, a pesar de que hizo sus estudios de secundaria en Inglaterra y el bachillerato, en Francia, con calificación de matrícula de honor
Carolina de Mónaco siempre ha sabido coger lo mejor de cada tendencia de la moda y hacerla suya desde que era una adolescente, como en el verano de 1973 cuando, con 16 años llevaba las grandes gafas de sol de la época y un pañuelo en la cabeza
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El baile de la Cruz Roja es una cita solidaria que ya lleva 74 ediciones. Aunque de joven era habitual verla, en los últimos tiempos, los anfitriones son los príncipes Alberto y Charlene. En la edición de este año actuó Robbie Williams
Tras sus estudios de primaria y secundaria, la princesa Carolina se licenció en Filosofía en la universidad de La Sorbona de París, una disciplina que también ha cautivado a su hija Carlota Casiraghi
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La princesa Carolina en el día en que sus padres cumplieron sus Bodas de Plata. La felicidad de la familia principesca vivió un duro mazazo cuando el 13 de septiembre de 1982, la princesa Grace sufrió un accidente de coche que le costaría la vida
Con 18 años, la princesa Carolina ya se convirtió en todo un icono. Durante sus estudios de filosofía en París conoce a Philippe Junot, su primer marido
Carolina y Philippe Junot contrajeron matrimonio civil el 28 de junio de 1978. El enlace fue aprobado a regañadientes por los padres de la novia
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El enlace religioso de la Princesa con Philippe Junot tuvo lugar un día después. A la boda acudieron 800 invitados, entre los que se encontraban Humberto II de Italia, los reyes de Rumania, los condes de Barcelona, abuelos del rey Felipe VI, los condes de París, el rey Constantino de Grecia, los duques de Cádiz y estrellas de Hollywood como Ava Gardner, Cary Grant y Frank Sinatra
Dos años después de casarse con Junot, el matrimonio se separaría. Posteriormente, conocería a Stéfano Casiraghi, con el que encontró a la pareja ideal y con el que tuvo a sus tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre
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Carlota Casiraghi es la segunda hija del matrimonio y llegó al nombre en el hospital princesa Grace, llamado así por su abuela materna. La conexión entre madre e hija siempre ha sido evidente. No solamente por el parecido físico, sino por la complicidad que existe entre ellas
El asombroso parecido entre Carolina de Mónaco y su hija Carlota Casiraghi no tardó en quedar reflejado. Sobre estas líneas vemos a las dos muy simpáticas protegiéndose del sol durante unas vacaciones en 1987, un año después del nacimiento de Carlota
Carolina de Mónaco, reciente madre de familia numerosa, disfrutaba de un paseo con sus tres hijos en París. En la capital francesa ha tenido siempre grandes amigas. Una de ellas es Carole Bouquet, hoy su consuegra después del matrimonio de Carlota Casiraghi con su hijo Dimitri Rassam
Stefano Casiraghi, además de empresario, era deportista de alto riesgo en competiciones off-shore de embarcaciones de alta velocidad, afición que no era compartida por la Princesa
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Sobre estas líneas vemos una imagen tomada en mayo de 1990 en la que aparecen la princesa Carolina y dos de sus hijos, Pierre y Carlota. Cinco meses después su vida cambió para siempre
En 1989, la princesa de Mónaco disfrutaba feliz de la vida social monegasca junto a sus tres hijos y también con su hermano, el príncipe Alberto y su padre Rainiero. Ese año se compró junto a su marido un espectacular y lujoso yate al que nombre PACHA III, el acrónimo de los nombres de sus hijos, Pierre, Andrea y Charlotte
Carolina y Stefano se casaron el 29 de diciembre de 1983, unos meses antes de la llegada al mundo de su primer hijo Andrea. Juntos fueron muy felices hasta que la fatalidad volvió a aparecer en la vida de la princesa de Hannover cuando su esposo murió en aguas de Montecarlo mientras participaba en una competición náutica
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Tras perder al amor de su vida, Carolina se retiró a vivir a Saint-Rémy-de-Provence (Francia), donde podía llevar una vida tranquila con sus tres niños. En esta localidad donde se casó su hija Carlota con Dimitri Rassam
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Con 29 años, Carolina confirmó su puesto en el trono de la moda del que nunca se ha bajado. Ha sido uno de los personajes que más portadas ha protagonizado en la historia de la revista ¡HOLA!
Carolina de Mónaco fue el ojo derecho de su padre que la llamaba Carine. A pesar de su evidente belleza, alguna vez reveló que, al lado de su madre, no se sentía bella
Según publicó la revista ¡HOLA!, el sueño de Grace Kelly era ver a su hija mayor convertida en consorte de alguna gran monarquía europea. Uno de estos supuestos candidatos fue el entonces príncipe de Gales. Aunque se conocieron no llegó a surgir la chispa entre ellos
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No es ningún secreto que Carolina de Mónaco siempre ha sido un icono de estilo. Al alcanzar la juventud y la madurez sobran los motivos para ello, pero lo curioso es que cuando solo tenía 12 años The New York Times ya publicó un reportaje sobre sus abrigos de piel de armiño. Su elegancia innata solo puede ser contestada por su hija Carlota de Mónaco
Mujer de múltiples inquietudes, Carolina de Mónaco era mucho más que un referente de moda. El espíritu aventurero no fue patrimonio de su segundo marido, Stéfano Casiraghi. La Princesa llegó a participar junto a él en el rally París-Dakar en 1985, cuando durmió en tiendas de campaña y subsistió con las mismas latas de comida que el resto de pilotos
Tras la muerte de la inolvidable Grace Kelly, Carolina de Mónaco se convirtió en la primera dama del Principado, un puesto que recuperó durante la larga convalecencia de la princesa Charlene quien estuvo en Sudáfrica afectada por una infección otorrinolaringológica
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Saint Tropez, a poco más de 130 kilómetros de Mónaco, siempre ha sido uno de los destinos predilectos de los Grimaldi para disfrutar de las vacaciones de verano. Este exclusivo rincón de la Costa Azul francesa es también uno de los preferidos por la princesa Carolina y el mejor escenario para lucir los mejores looks de playa
El 50º cumpleaños de Carlos Gustavo de Suecia reunió a buena parte de la realeza europea. Carolina de Mónaco, impecable, lució no una, sino dos tiaras. Sobre el cabello se colocó la Cartier Pearl Drop, su preferida. Elaborada con oro blanco y perlas que cuelgan sobre unos arcos decorados con diamantes, fue un regalo de bodas del príncipe Pierre a su mujer Carlota en 1949, abuelos de Carolina. Además de esta joya, a modo de collar utilizó la tiara Fringe en una forma de honrar esta pieza que siempre le gustó mucho a la Princesa
En 1999 el amor volvió a llamar a la puerta y Carolina se enamoró de un príncipe alemán. Se trataba de Ernesto de Hannover y su unión fue todo un guiño a Grace Kelly que fue quien los presentó en los 70, cuando eran dos royals jóvenes y solteros. Después, la vida los llevó por caminos diferentes hasta que se volvieron a encontrar y se acabaron dando el ‘sí, quiero’. No tardó en llegar al mundo su hija Alexandra en lo podría ser el final perfecto de un cuento de hadas que quedó muy lejos de serlo
Los escándalos de un príncipe cuyo nombre suele ir ligado a la polémica fueron haciendo mella en su matrimonio que duró, no obstante, una década. Diez años en los que Ernesto de Hannover era uno más en los grandes acontecimientos del Principado, como el Baile de la Rosa
Antes de casarse con Carolina de Mónaco, Ernesto de Hannover se divorció de Chantal Hochuli, madre de sus hijos mayores Ernst Augusto, con el que mantiene un agrio enfrentamiento, y Christian, que vive en Madrid, como su padre en la actualidad, y espera un tercer hijo con su esposa Sassa de Osma
En mayo de 2004, la princesa Carolina causó sensación en la cumbre royal que supuso el enlace del entones príncipe Federico de Dinamarca con Mary Donaldson. Una semana después viajó a Madrid para la boda de don Felipe y doña Letizia
Especialmente comentada fue la ausencia de Ernesto de Hannover en la boda de los por entonces príncipes Felipe y Letizia. Mientras que sí acudió con su esposa a la cena que ofrecieron la víspera en El Pardo, no asistió a la celebración de la boda en la Catedral de la Almudena
Sin su marido, Carolina de Mónaco no faltó al enlace de los príncipes de Asturias el 22 de mayo de 2004 en Madrid. Aun faltaban cinco años para que se separase del príncipe Ernesto, pero a día de hoy no se han divorciado. Según la prensa alemana, la hija del príncipe Rainiero habría llegado a un pacto con los hijos mayores de Ernesto, con los que mantiene una excelente relación -son hermanos de su hija Alejandra- a fin de preservar el patrimonio familiar
La primavera de 2005 Mónaco se tiñó de luto. El fallecimiento del príncipe Rainiero, a los 81 años, sumió a sus hijos y nietos en la tristeza y, al mismo tiempo, abrió una nueva era en el Principado: la de su hijo Alberto, que heredaba el Trono. En la imagen, vemos a la familia unida en el dolor durante el funeral en la catedral monegasca, al que acudieron dignatarios de todo el mundo, entre ellos el rey Juan Carlos
La entronización del príncipe Alberto, tres meses después de la muerte de su padre, marcó un antes y un después en el Palacio Grimaldi. Sus dos hermanas siempre han sido un apoyo indispensable para él, pero Carolina, acostumbrada a ejercer casi el papel de primera dama cuando su padre enviudó, siempre ha estado al lado de su hermano, antes de su matrimonio con Charlene y cuando, por cuestiones de salud, la Princesa no podía acompañar a su marido
La verdadera celebración de la entronización llegó en noviembre coincidiendo con el Día Nacional de Mónaco. La princesa Carolina, con sus hijos y su marido, arropan al Príncipe en la Ópera de Montecarlo
El balcón del palacio Grimaldi siempre ha sido un escaparate perfecto para ver la evolución de la familia principesca. En 2007, Ernesto de Hannover aún se asomaba en el Día Nacional del Mónaco y su hija Alexandra, la benjamina de la familia, se convertía en una preciosa princesa
Carolina de Mónaco y su hija Carlota siempre han formado un tándem insuperable. No solo les une el gusto por la moda -la madre era musa de Karl Lagerfeld y la hija de Chanel- sino también la pasión por la lectura. Cuando era pequeña, la hija de Rainiero cogía libros de sus padres aunque ni siquiera los entendiese
San Sebastián vivió una jornada única cuando en 2009 Carolina de Mónaco acompañó a la reina Sofía en la reinauguración del acuario de la ciudad. Una visita inusual, pero lo cierto es que la Princesa frecuenta a menudo España, en especial los cotos de caza de Extremadura, ya que otra de sus mil facetas es la de ser una experta cazadora
Otra de las aficiones compartidas entre madre e hija es la hípica. Juntas han disfrutado de innumerables concursos de saltos en Mónaco, Francia y también en España
Carolina de Mónaco, arropada por sus hijas y yernos en la gran cita ecuestre del Principado
La unión entre los tres hermanos, pese a ser radicalmente distintos, ha sido una constante que se ha evidenciado especialmente tras la llegada al Trono de Alberto. En el libro Alberto II de Mónaco, el hombre y el príncipe, de lsabelle Rivière y Peter Mikelbank, Carolina cuenta que vivieron un infancia más bien solitaria y que no se sentaron a comer en la mesa con sus padres hasta los 14 años
Además de disfrutar de las competiciones hípicas desde la grada, Carolina siempre ha sido una excelente amazona, igual que su hija
Carolina de Mónaco fue musa de muchos diseñadores, como de la Maison Chanel, pero con Karl Lagerfeld desarrolló un vínculo especial. Ella para él era su gran embajadora y él para ella su gurú. Gracias a él, se convirtió en una de las royals más innovadoras y con un estilo que se convirtió en referente internacional, consiguiendo que muchas de sus elecciones conjuntas hicieran historia
La princesa Carolina nació como heredera del Principado y volvió a serlo cuando Alberto llegó al Trono. Antes de que el Príncipe tuviese a los mellizos Jacques y Gabriella, su hermana mayor ocupó de nuevo el segundo puesto en la línea sucesoria
La solidaridad siempre ha tenido una gran importancia en la agenda de las princesas Carolina y Estefanía. Movidas por su deseo de ayudar y de hacer felices a los más pequeños, ambas se convirtieron en ayudantes de Papá Noel y entregaron regalos en Navidad de 2003
En 2008, el Baile de la Rosa tuvo sabor español gracias a la presencia de Pedro Almodóvar, quien posó en esta imagen para la historia con la Familia Principesca. La cita de ese año era un homenaje a la década de los 80 y en especial a la Movida Madrileña
Las celebraciones del Día Nacional de Mónaco de 2010, en las que vemos a los Grimaldi, marcaron un antes y un después ya que fue la última vez que Charlene acudió antes de convertirse oficialmente en princesa
El 1 de julio de 2011, cuando el Principado se engalanó para la boda de su soberano con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, las hermanas del novio también fueron muy aclamadas. Tanto Carolina como Estefanía de Mónaco son muy queridas en su país
El 2 de julio, un día después de su enlace civil, se celebró la boda religiosa de Alberto y Charlene de Mónaco, uno de los grande eventos que ha vivido el Príncipado en las últimas décadas. Las miradas de las princesas Carolina y Estefanía, ambas ocupando una posición privilegiada, reflejaban su inmensa felicidad por ver a su hermano dar este importante paso
El Día de Santa Devota de 2012 tuvo una gran importancia ya que era el primero tras la boda de Alberto de Charlene de Mónaco. Se sumó a esta celebración la hija pequeña e la princesa Carolina, Alexandra de Hannover, que entonces era solo una niña
El recuerdo de Grace Kelly ha estado siempre muy presente en el Principado y sobre todo en su familia, que en 2011 asistió a la presentación de la espectacular colección de alta joyería y piezas de escritura que Montblanc hizo a modo de tributo
La amistad entre la Familia Principesca y las Casas Reales europeas es estecha. Así lo demuestra la presencia de laos Grimaldi en acontecimientos importantes como la boda de Guillermo y Stephanie de Luxemburgo, grandes duques herederos, celebrada en 2012
El Día Nacional de Mónaco de 2014 fue el elegido para la presentación oficial del pequeño Sasha Casiraghi. El hijo mayor de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo posó en brazos de su abuela, quien estuvo en todo momento entregada al niño
En mayo de 2015, Mónaco se engalanó para una de las citas más importantes: el bautizo de Jacques y Gabriella. A las puertas de la catedral de San Nicolás, la princesa Carolina se mostró en todo momento muy pendiente de sus sobrinos pequeños, a los que adora
El Baile de la Rosa es una de las citas más importantes del Principado con la que continúan el legado de Grace Kelly. En 2017 tuvo gran relevancia porque supuso la reaparición pública de Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. Además fue la penúltima ocasión en la que participó Karl Lagerfeld, íntimo amigo de Carolina de Mónaco
Carolina de Mónaco tiene una gran presencia en la vida institucional del Principado y disfruta compartiendo estos momentos con sus nietos. Es por eso que se mostró muy contenta cuando en 2021 compartió balcón con ellos en el Día Nacional del Principado
La espontaneidad y simpatía de Raphaël, el hijo mayor de Carlota Casiraghi, conquistó en la clausura del Concurso Internacional de Salto, celebrado en la hípica de Montecarlo. La princesa Carolina ejerció de orgullosa abuela animando al pequeño a acariciar los caballos y disfrutando con cada gesto del niño
Alberto II de Mónaco ha tenido en su hermana Carolina el mejor apoyo durante la ausencia de la princesa Charlene por sus problemas de salud. En 2021 le acompañó en varios actos como la quinta edición de la gala por la salud del planeta, en la que Sharon Stone fue la invitada de honor
En julio de 2022, Carolina de Mónaco presidió junto a su hermano y arropada por sus hijos el tradicional Baile de la Rosa. Era su 68 edición, pero la emoción hacía recordar a la primera vez ya que volvía a celebrarse tras dos años sin poder hacerse debido a la crisis sanitaria
Uno de los momentos más importantes que dejó 2023 a los Grimaldi fue el homenaje que hicieron al recordado príncipe Rainiero en el centenario de su nacimento. A bordo de coches clásicos conducidos por ellos mismos recorrieron Mónaco. En el caso de la princesa Carolina eligió un automóvil blanco con su nieta India como copiloto
Una de las últimas apariciones públicas de la princesa Carolina antes de iniciar una nueva vuelta al sol fue el pasado 19 de noviembre, coincidiendo con el Día Nacional de Mónaco en el que se reunieron todos los Grimaldi. Fue un acto inolvidable para ella ya que acudieron sus siete nietos