El Palacio Grimaldi vive con intensidad las fiestas navideñas y mantiene férreas tradiciones. Una de ellas es el felicitar la Navidad con un christmas protagonizado por Alberto y Charlene de Mónaco junto a sus hijos. Si bien es cierto que son muchas las casas reales que transmiten así sus buenos deseos en estas fechas, no todas lo hacen con un posado realizado expresamente para la ocasión como los príncipes monegascos que no escatiman un ápice en sofisticación y glamour.
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Este año el dorado baña la fotografía firmada por Éric Mathon que emana luminosidad, además de mucho espíritu navideño. La princesa Charlene aparece sentada en un banco tapizado en blanco enfundada en un elegantísimo vestido de terciopelo con escote bardott en el mismo tono dorado que baña la estancia y el deslumbrante árbol de Navidad que se erige entre los ventanales. A su lado, se recuesta sobre ella, el príncipe Jacques, con un esmoquin igual que el de su padre y una pajarita verde. Su hermana Gabriella sonríe con un vestido color berenjena y de terciopelo como el de su madre. De pie, tras ellos, posa Alberto de Mónaco, con esmoquin y pajarita roja.
Alberto y Charlene de Mónaco hablan como nunca de sus hijos
El christmas navideño es una buena ocasión para comprobar lo mucho que han crecido los mellizos, que el pasado 10 de diciembre cumplieron nueve años. Desde que son muy pequeños se visten de gala para esta imagen navideña, pero nunca hasta este año han lucido looks tan coordinados con los de sus padres. Aún son unos niños, pero cada vez demuestran una mayor madurez y dominio de la escena, no solo en los posados sino también en los actos a los que acuden con sus padres, que desde muy pequeños les integraron en la vida institucional del Principado. Su próxima cita, previsiblemente, será el próximo 20 de diciembre cuando el príncipe Alberto ofrecerá una fiesta para todos los niños de Mónaco de 5 a 12 años que previamente se hayan inscrito. Los Grimaldi tienen fama de hacer las mejores fiestas infantiles de Navidad con espectaculares decoraciones con muñecos y es habitual que acuda la princesa Charlene con sus hijos.
Es una de las tradiciones de una Navidad que quedó oficialmente inaugurada en el Principado con el encendido del alumbrado el pasado 7 de diciembre. La decoración tanto de palacio como la de las calles del Principado, que se convierten en una especie de parque temático de la Navidad, siempre es un auténtico espectáculo. Este año, además, está dedicada a Rainiero III, de manera que a través de los adornos y las diferentes luces se pueden descubrir las diferentes pasiones del Príncipe, como el circo, el arte, los animales, los automóviles o el mar. En el centro de este despliegue de luz y color, solo podía estar el impresionante árbol que hace tan solo una semana encendieron Alberto y Charlene de Mónaco acompañados de la princesa Estefanía.
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