Los homenajes para conmemorar el centenario del nacimiento del príncipe Rainiero no paran de sucederse en Mónaco. Después de que el pasado 31 de mayo, fecha en la que el esposo de Grace Kelly hubiera cumplido un siglo de vida, se pudiese ver a todos los Grimaldi recorriendo las calles del Principado en coches clásicos, este viernes 20 de octubre el Atrio del Casino de Montecarlo se ha vestido de fiesta para celebrar una cena de gala en honor del fallecido ‘royal’ organizada por la Sociedad Bains de Mer.
La velada dio comienzo a las ocho de la tarde y se prolongó hasta pasada la medianoche con un animado baile. Los encargados de presidir este evento fueron el príncipe Alberto y la princesa Estefanía, que, además de recordar a su querido padre, aprovechó la ocasión para recaudar fondos para la asociación Fight Aids Mónaco (que tiene como objetivo ayudar a personas con VIH y promueve campañas de investigación y prevención de esta enfermedad). Una institución benéfica de la que Estefanía de Mónaco es presidenta.
Los hermanos estuvieron acompañados por dos de los hijos de la princesa Estefanía: Louis Ducruet, que asistió al evento junto a su esposa Marie Chevallier con la que se convirtió en padre por primera vez el pasado mes de marzo; y Camille Gottlieb, que en una reciente entrevista con el medio Point du Vue recordó con sumo cariño a su abuelo, que perdió la vida cuando ella tenía tan sólo siete años. “Era una persona maravillosa, muy protectora, divertida y atenta. Teníamos una relación que se basaba en el amor”.
Las grandes ausentes en esta señalada cita fueron la princesa Charlene, cuya agenda social es todavía bastante reducida para poder recuperarse de sus problemas de salud; y la princesa Carolina. Quienes sí figuraban en la lista de invitados son numerosos rostros conocidos relacionados con el mundo de la moda, el arte y el deporte como la marquesa Roberta Giraldi y su marido Donato Sestito; el piloto de Fórmula 1 Arthur Leclerc y su novia Carla Brocker; el modelo de origen francés Baptiste Giaabisconi; y el músico Marc Toesca junto a su mujer.
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Vestidos de ensueño y una decoración cuidada al detalle
Tanto los royals como los invitados se ciñeron a la perfección al protocolo de vestimenta que exigía el evento: esmoquín para los hombres y vestidos de noche para las mujeres. La princesa Estefanía, que a la hora de inaugurar el baile junto a su hermano se colocó sus gafas de ver, lució un elegante diseño de estilo lencero en tonos cremas con encajes florales. Un look que complementó con un chal, un bolso de mano y unos sencillos pendientes de brillantes.
Arthur Leclerc y su novia Carla Brocker
Camille se decantó por un diseño romántico de escote corazón y manga corta semitransparente, una pieza de falda en línea A en un tejido ligero embellecido con delicados bordados. Marie Chevallier, por su parte, llevaba un vestido joya confeccionado en un tejido vaporoso con aplicaciones doradas, un diseño de cuello a la caja y mangas capa con corte a la cintura creada a base de varias capas de tul.
Baptiste Giaabisconi
La marquesa Roberta Giraldi y su marido Donato Sestito
En lo referido a la decoración, las paredes del Casino de Montecarlo fueron adornadas con distintas imágenes del príncipe Rainiero, tanto de sus años de juventud como sus últimos posados oficiales. En todas las mesas, además de la fina vajilla con toques dorados, había centros florales en tonos rojos y blancos, los colores de la bandera de Mónaco.
Marc Toesca y su mujer