Ella impone su estilo: altivo y con los pies en la tierra. La musa de la moda, casada con Pierre Casiraghi, ha vuelto a su verdadera vocación, el periodismo. Y se ha sumergido en un caso de homicidio que siempre la ha perseguido. Un príncipe, un hombre muerto, oscuros secretos bajo el sol de Italia... Estos son los ingredientes que componen los tres episodios de su serie documental , A la sombra del trono: Víctor Manuel de Saboya. Nacida en el corazón de la élite, Beatrice Borromeo consiguió que se soltaran las lenguas con delicadeza, pero sin concesiones: “Nadie me ha dicho nunca lo que debo o no debo hacer en mi trabajo”.
Un príncipe, un crimen misterioso, oscuros secretos... una historia real: estos son los ingredientes de los tres episodios de la serie A la sombra del trono: Víctor Manuel de Saboya
Confidencias en primicia
En general, se espera de una princesa que sonría, reparta palabras amables, corte cintas y luego se calle... sobre todo, en temas controvertidos. ¿Será porque no tiene título oficial —aunque es hija de un conde y nuera de Carolina de Mónaco— que Beatrice Borromeo Casiraghise permite dar su opinión? Sabíamos que Beatrice Borromeo era bastante hostil a la política de il Cavaliere Silvio Berlusconi. Enseguida aborda el tema: “Escribí mucho sobre él y también le critiqué mucho cuando trabajaba en la televisión. Al menos, había razones para hacerlo, ¿verdad?”. Voz melodiosa, sonrisa exquisita; en su boca, hasta la crítica más acerba pasaría por un cumplido. Pregunta si puede responder a nuestras preguntas en inglés, aunque su francés es excelente, pero quiere ahorrarnos, dice, su acento muy marcado. Cortés hasta la punta de sus uñas lacadas, un porte que no puede ser más aristocrático, Beatrice tiene la gracia de una Venus botticelliana. No es de extrañar, fue criada en las residencias más bellas de Italia, como los palacios de las islas Borromeas, las joyas del lago Mayor, propiedad de su familia desde el siglo XV.
Su historia de amor con Pierre Casiraghi, al estilo de la del príncipe Raniero y Grace Kelly, también fue un flechazo, que los llevó a una boda de cuento de hadas en 2015
Mejor que una corona
Se la conoce, sobre todo, por sus apariciones, tan elegantes como sonadas, en los eventos que constituyen la rutina de la Roca. El Gran Premio de Fórmula 1, el Baile de la Rosa, la Gala de la Cruz Roja... Siempre espectacular, eclipsando a las demás bellezas de Mónaco, de Charlene a Carlota. En 2021, Tatler, la biblia británica de la élite, la nombró “personalidad de la realeza con más estilo de Europa”. Ganarle la partida a Kate Middleton es incluso mejor que una corona. Pero Beatrice Borromeo no nos ha convocado aquí para hablar de tiaras y joyas. El tema de este encuentro: el último documental que ha producido y dirigido, disponible en Netflix desde el 4 de julio. Una serie de tres capítulos que reúne todos los ingredientes del éxito: una historia real, un crimen misterioso, dinero, poder y cabezas coronadas.
Madre de Stefano, de seis años, y Francesco, de cinco, bajó el ritmo un tiempo para ocuparse de ellos: “Ahora están en el colegio, así que creo que es el momento perfecto para relanzar los proyectos”
Dos disparos desgarran la noche
Flashback. La escena transcurre el 18 de agosto de 1978, en la isla corsa de Cavallo, apacible refugio de multimillonarios en busca de naturaleza. Todos los veranos, Víctor Manuel de Saboya, hijo del último Rey de Italia y príncipe exiliado en Ginebra, atraca aquí su yate. Esa noche, al salir del restaurante donde suele cenar, se da cuenta de que la lancha neumática que había dejado en la playa para regresar a su barco ha desaparecido. La encuentra en la popa del Cocke, una de las tres embarcaciones de un grupo de jóvenes ruidosos que ya le habían molestado durante la cena. Furioso, Víctor Manuel coge una escopeta —porque, justificaría más tarde en una entrevista, “ya sabe, en Córcega, el peligro está en todas partes”— y se encara con uno de los ocupantes. Se produce una pelea y dos disparos desgarran la noche. Un joven alemán, Dirk Hamer, de 19 años, que dormía en la cubierta de uno de los barcos, recibió un disparo en la ingle. Fallecerá de sus heridas en una cama de hospital. Liberado tras unas semanas en prisión, el príncipe heredero, que inicialmente había admitido su responsabilidad en el accidente, se retracta. La investigación se estanca, pero ni los Hamer, traumatizados, ni los Saboya consiguen pasar página.
Vuelve a su verdadera vocación, el periodismo: “Nadie me ha dicho nunca lo que debo o no debo hacer en mi trabajo”
Su madre, Paola, íntima de la hermana de la víctima
El 18 de agosto de 1985, exactamente siete años después de aquella trágica noche, nace Beatrice Borromeo. Como una señal del destino. Su madre, la condesa Paola Marzotto, era íntima amiga de Birgit Hamer, modelo, antigua Miss Alemania y hermana de la víctima. “Yo misma consideraba a Birgit como mi tía”, confiesa Beatrice.
Su familia, una de las más ilustres de la aristocracia italiana, también tiene conexiones lejanas con el pretendiente al trono: “Mi padre y Víctor Manuel no eran realmente amigos, pero esquiaban juntos. Y mi abuela Ida, a la que nunca conocí, era una especie de dama de compañía de la Reina María José”. Pero en la familia Borromeo nadie siente nostalgia por la Monarquía. Aunque solo era una niña, Beatrice tiene un recuerdo preciso del juicio, celebrado en 1991, del que el príncipe salió absuelto, condenado a solo seis meses de prisión con suspensión de pena por tenencia y porte de armas. “Desde el día en que nací, oigo hablar del caso Hamer. Inconscientemente, me formó: quise ser periodista para luchar contra las injusticias”.
“Mi padre y Víctor Manuel no eran realmente amigos, pero esquiaban juntos. Y mi abuela Ida, a la que nunca conocí, era una especie de dama de compañía de la Reina María José”
El caso Hamer la persigue
Así que, tras estudiar en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), se incorpora a la redacción de Il Fatto Quotidiano, un periódico de izquierdas, y aparece en programas políticos de la televisión pública. Sorprende la postura de esta joven afortunada que, en lugar de relacionarse con los demás niños ricos, prefiere defender a los menos favorecidos por el destino. Nunca duda en ir sobre el terreno para investigar a la mafia calabresa o los matrimonios forzados. Sin olvidar el caso Hamer, que la persigue: en 2006, encuentra y publica un vídeo en el que Víctor Manuel de Saboya, filmado sin que él lo supiera, parece confesar estar detrás del crimen de Cavallo. El rey sin corona interpone una demanda por difamación, pero acaba perdiendo el juicio. “En esta época, estaba en una lógica de ataque, incluso de venganza”, admite Beatrice. “Con este documental, no quise tomar partido, sino escuchar todas las versiones de este caso, todos los puntos de vista”.
“Había pagado por los errores de su padre”
La serie le requirió casi tres años de trabajo. Visionó cientos de horas de material de archivo, entrevistó a no menos de 25 testigos, entre ellos, a Víctor Manuel de Saboya, que hasta entonces se negaba a responderle, así como a su esposa, Marina, y su hijo, Manuel Filiberto, actual príncipe de Piamonte. “Él fue para mí una de las grandes sorpresas de este documental”, confiesa. “En el pasado, le había atacado mucho, aunque no le conocía. Cuando hablé con él, me di cuenta de que había pagado por los errores de su padre”. Como si por fin estuviera en paz, Beatrice Borromeo parece haber llegado al final de su búsqueda de la verdad: “La justicia no es solo cómo se hace pagar un delito, sino también cómo se cuenta la historia de cómo sucedieron las cosas, para que la gente por fin lo sepa”.
“La justicia no es solo cómo se hace pagar un delito, sino también cómo se cuenta la historia de cómo sucedieron las cosas, para que la gente por fin lo sepa”
“Ser la mujer de Pierre”
Madre de dos niños pequeños, Stefano, de seis años, y Francesco, de cinco, bajó el ritmo durante un tiempo para ocuparse de ellos: “Ahora están en el colegio, así que creo que es el momento perfecto para relanzar los proyectos”. Cuenta con el apoyo de su marido, Pierre Casiraghi, que le ayudó a crear su productora, Astraea Films. Hay que decir que, por él, ella dejó su primer trabajo e Italia: “Ser la mujer de Pierre y seguir siendo periodista no habría sido fácil. No quería que me criticaran por las razones equivocadas”. Entre ellos siempre hubo una química evidente, desde su flechazo en el Festival de Cannes —a la manera del príncipe Raniero y Grace Kelly— hasta su boda de cuento de hadas, en 2015.
En su próximo proyecto, “uno de los más emocionantes (de su vida)”, repasará la gran saga del principado, remontándose a la génesis de los Grimaldi
La pequeña familia vive ahora en Mónaco, donde Beatrice se siente “como en casa”. Su próximo proyecto, “uno de los más emocionantes (de su vida)”, repasará la gran saga del principado: “Desde que me sumergí en los archivos para preparar esta película sobre la Roca, he descubierto cosas increíbles que me hacen quererla aún más”, se entusiasma. La idea era de Andrea Casiraghi, hermano mayor de Pierre, y luego se sumó Dimitri Rassam, marido de Carlota Casiraghi y productor de éxito. Esta nueva generación quiere contar la historia de su familia remontándose a la génesis de los Grimaldi en lugar de explayarse en Instagram. En cuanto a las redes sociales, Beatrice Borromeo lo tiene claro: “No entiendo por qué habría que compartir todo sobre la vida privada. Si la gente siempre está hablando, cuando realmente tenga algo importante que decir, nadie la escuchará”.