Vive entre exclusivos eventos de moda, viajes, citas familiares, torneos hípicos… pero cuando sus compromisos profesionales terminan y en su agenda solo queda tiempo para ella, lo que más le gusta es relajarse con un libro entre las manos y ‘perderse’ en el mágico mundo de la Literatura, una afición que desarrolló desde su etapa como estudiante en La Sorbona, en donde se graduó en Filosofía.
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Hace un año y medio, Carlota Casiraghi quiso mezclar esta pasión con su trabajo y el resultado fue un club de lectura llamado Les Rendez-vous littéraires rue Cambon (Los encuentros literarios en la calle Cambon), que ha llevado a cabo de la mano de Chanel, firma de la que es embajadora.
Cada cita de este club se celebra en un lugar diferente y esta última ha sido en la ciudad de Arlés, en la Provenza francesa, en la iglesia de Meján, donde la hija de Carolina de Mónaco ha compartido una charla con las escritoras francesas Alice Ferney y Muriel Barbery. Con ellas ha hablado de los libros que más han marcado sus vidas, en diferentes etapas, y Carlota revelaba que si tuviera que elegir uno, ese sería Las flores del mal, por lo que le impactó entrar, a través de sus versos, en el oscuro mundo del escritor Charles Baudelaire, publicado a mediados del siglo XIX. Subraya la capacidad del autor para expresar el sufrimiento, a través de la belleza.
Carlota es una ávida lectora durante todo el año pero, en estos meses de vacaciones, lee aún más y confesaba en este encuentro, que siempre viaja con muchos libros. “Tengo una maleta solo para ellos”. Para estos meses, ella ha recomendado varios libros escritos por mujeres. El primero es The Women I Think About at Night: Traveling the Paths of My Heroes, de la escritora finlandesa Mia Kankimäk, basada en mujeres inspiradoras.
Después destaca Felicidad y otros cuentos, de Katherine Mansfield; y la novela Pechos y Huevos, de Mieko Mawakami, ambientada en Japón. Por último, habla del libro Las señoras Hemingway, de Naomi Wood, sobre la vida de las cuatro mujeres del escritor: Hadley, Pauline, Martha y Mary.