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Desde que nos dejó en aquel trágico accidente de coche de un fatídico 13 de septiembre de 1982, Grace Kelly ha recibido un sinfín de homenajes a lo largo del tiempo que alargan el recuerdo imborrable de una mujer convertida en mito. El último tributoa la que fue princesa de Mónaco y una de las mayores divas del séptimo arte tenía lugar esta misma semana, en un lugar tan señalado como es la región que vio nacer a sus ancestros.
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Tesoros del archivo en el 40 años del adiós a Grace Kelly: de su entierro a su última entrevista
La pequeña localidad irlandesa de Newport era el escenario hasta donde viajaba su hijo, Alberto II, para vivir una jornada cargada de emotividad en memoria de su adorada madre. Allí, el jefe de Estado monegasco era primero agasajado con todos los honores en un fervoroso acto de bienvenida, donde paseaba por sus pintorescas calles acompañado por las autoridades locales al compás de un grupo de gaiteros.
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Toda la comitiva llegaban entonces al punto donde se encuentra la bella estatua de bronce dedicada a la esposa de Rainiero III, cubierta por una lona blanca antes de ser descubierta por el Príncipe y otros de los asistentes. La inauguración de la obra contaba además con la presencia de otros parientes de la estrella de Hollywood, como es el caso de su primo JB Kelly.
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Asimismo, se encontraban representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Irlanda, quienes se habían desplazado hasta dicho municipio costero ubicado al oeste del país. El sitio concreto donde se ha levantado la escultura se encuentra a las afueras, cerca de la casa que perteneció a los antepasados de la familia Kelly en el vecindario de Drumilra.
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La cita tuvo lugar el pasado jueves, un día antes de la celebración de San Patricio, y durante la misma el príncipe Alberto pronunciaba un sentido discurso de orgullo y agradecimiento al contemplar la figura escultórica que hace aún más eterna e inmortal a su progenitora. El soberano -que esta semana celebró su 65 cumpleaños- se había involucrado personalmente en el proyecto al elegir la imagen que representa a todo un referente de la moda femenina en su época, creada por el artista Mark Rode.
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La estatua representa una secuencia de la mítica película 'Atrapa un ladrón'
Los más cinéfilos se habrán dado cuenta enseguida que la estatua de Grace Kelly recrea uno de los fotogramas míticos de su filmografía, el que pertenece a la película Atrapa un ladrón (To Catch a Thief) de 1995 dirigida por Alfred Hitchcock y con Cary Grant en el reparto protagonista. La actriz estadounidense aparece ahora sentada en un banco, mientras que en la comedia romántica de suspense lo hacía con la misma postura sobre un sofá. Inolvidable aquel look con unvestido vaporoso de estilo griego, donde la por entonces futura Princesa estaba especialmente radiante.
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Aquella cinta marcó la vida y la muerte de la Princesa, ya quefue durante su rodaje en la Costa Azul donde conoció al príncipe Rainiero de Mónaco y con quien se casó un año más tarde. Mismo lugar, precisamente, donde décadas después fallecería a sus 52 años al salirse su automóvil de la carretera y caer por una ladera. No es esta la primera estatua que se erige en honor a Grace Kelly, ya que cuenta con otra dentro del Principado en los jardines de Fontvieille que llevan su nombre.
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