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Alberto de Mónaco y la princesa Charlene han dado el último adiós a Bernard Barsi, el arzobispo emérito del Principado que falleció el pasado 28 de diciembre a los 80 años a consecuencia de un inesperado ataque cardíaco. La misa funeral de Bernard, con quien la familia Grimaldi tenía un estrecho vínculo desde hace más de veinte años, ha tenido lugar este miércoles en la catedral de San Nicolás de Mónaco, un acto solemne al que Alberto II, de 64 años, y su esposa, de 44, han asistido de riguroso luto para mostrar su pesar ante esta triste pérdida, del mismo modo que ha hecho minutos más tarde Carolina de Mónaco, de 65 años.
© Cordon PressEl soberano y la princesa Charlene han hechoun parón en sus vacaciones de invierno para acudir juntos a la ceremonia, a la que han llegado vestidos completamente de negro y con los rostros apenados, pues la unión personal que tenían con el difunto era muy especial; tanto es así, queél fue el elegido para oficiar el matrimonio del heredero en su enlace celebrado el 2 de julio de 2011 ante 400 invitados y, cuatro años después, en 2015, se encargó del doble bautizo de los mellizos Jacques y Gabriella, un evento histórico, pues, tras 56 años, el Principado asistió al bautismo de un nuevo heredero al trono junto al de su hermana melliza.
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© Cordon PressPara la ocasión, tanto la esposa del soberano como Carolina han cubierto sus cabellos con la tradicional mantilla negra de encaje, símbolo de luto y respeto. Pero los estilismos de ambas han sido muy diferentes entre sí.
Mientras la sudafricana ha optado por un sobrio conjunto de dos piezas compuesto por pantalón estilo campana y jersey ajustado de cuello cerrado que ha completado con un abrigo de lana abierto y guantes de piel, la princesa, que el pasado mes de noviembre se dejó ver en la madrileña Ronda de Valencia bajando de un coche de alta gama a las puertas de La Casa Encendida donde disfrutó de una exposición de arte contemporáneo, ha elegidoun sencillo vestido. El traje, de corte midi a la altura de las rodillas, lo ha cubierto con una chaqueta de paño de doble botonadura y amplias solapas, que ha combinado con un bolso acolchado de Chanel, guantes de piel y medias tupidas, todo en negro,de igual modo que ha hecho el príncipe Alberto, cuya única prenda blanca ha sido su camisa.
© Cordon PressLa presencia de estas tres importantes figuras en este adiós a Bernard Barsi es una nueva demostración de cercanía y afinidad entre el arzobispo, ya fallecido, y la familia real monegasca, cuyos representantes en esta jornada han saludado a los allí presentes, a quienes han evidenciado su pesar. El pésame también se comunicó desde el Palacio del Principado hace unos días, una notificación en la que se subrayó la importancia de la labor cercana del difunto "a la familia soberana, en el plano espiritual y pastoral, en los momentos más significativos de la historia reciente del Principado”.
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