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En Mónaco están de celebración. Este sábado, los mellizos Jacques y Gabriella han cumplido ocho años, y, como no podía ser de otra manera, los pequeños han recibido una sorpresa en esta fecha tan significativa. Todo apunta a que los nietos del fallecido Rainiero son aficionados a la cultura japonesa y al manga. Por ello, en palacio les han preparado una divertida fiesta temática decorando las estancias y las tartas con algunos de los personajes más populares de este género, como Super Mario Bros o Sonic. Gabriella incluso ha querido ir más allá y ha hecho una inmersión total en la vida nipona vistiéndose como una Geisha con un kimono floral y maquillaje de rostro incluido.
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Su octavo aniversario ha sido de lo más movido, puesto que en este día también han visitado, junto a la princesa Charlene y el príncipe Alberto, un centro de acondicionamiento de tortugas bebés, que saldrán del Museo Oceanográfico para unirse a una aldea de tortugas de Senegal dentro de un par de meses. Los niños se han mostrado muy atentos a las explicaciones que los veterinarios le iban ofreciendo sobre esta especie en protección.
De la misma manera, con la inestimable ayuda de su orgullosa mamá, han decorado una caja de madera, donde vivirán las pequeñas tortugas, con varias calcomanías marinas y con sus iniciales. Sin duda, una jornada que no podrán olvidar y que cobra aún más relevancia por la presencia de Charlene, puesto que el pasado año tuvieron que soplar las velas sin su progenitora que se encontraba retirada de la vida pública recuperándose de sus problemas de salud. Afortunadamente, la esposa del príncipe Alberto ya se encuentra mucho mejor y puede estar con sus pequeños.
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Este no es el único gran cambio que Jacques y Gabriella han tenido este 2022. En estos últimos 12 meses, los mini-royals se han mostrado mucho más mayores, no solo en el plano físico, en el que han abandonado su apariencia de primera infancia y han sorprendido a todos con un estirón de altura, sino también en lo emocional, porque, aunque son alegres y divertidos, se muestran mucho más formales y han dejado de lado sus habituales travesuras en público.
Igualmente, han retomado el curso escolar con total normalidad en el colegio François d'Assise-Nicolas Barre, un centro católico privado enclavado en la Roca, tras dos años recibiendo su educación desde casa debido a la crisis sanitaria del Covid-19, para así evitar contagios y no interrumpir los compromisos oficiales de Palacio donde ellos cada vez cobran más protagonismo. Ahora, con una situación mucho más estable, los principitos vuelven a disfrutar de las clases con sus amigos y compañeros.
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La princesa Charlene ha compartido en sus perfiles sociales un vídeo en el que muestra las peripecias más originales de Jacques y Gabriella. Los niños son muy inquietos y hacen numerosas actividades, desde clases de natación, al igual que su madre que fue campeona olímpica se desenvuelven como pez en el agua, hasta hornear pan. Además, son muy creativos y les encanta disfrazarse, como en Halloween, e innovar con su ropa, especialmente a Gabriella que es coqueta y atrevida con sus estilismos, e, incluso, prueba suerte en el mundo de la peluquería y se ha cortado el pelo así misma y a su hermano en varias ocasiones.