Después de años y de idas y venidas marcando sonadas ausencias, al fin, lo lograban: todos juntos. Las damas Grimaldi, con la elegancia de siempre, y los caballeros acompañándolas con chaqué.
¡Ya no caben! El balcón más lleno que nunca, con el marido y los dos hijos de Carlota
Mónaco volvía a vestirse de gala para celebrar a su soberano, como cada 19 de noviembre, pero con el patio de armas y los balcones de palacio a rebosar en un despliegue de familia nunca visto en la Fiesta Nacional del Principado.
Alberto II, con su uniforme de gala, volvió a liderarlos a todos. Primero en la catedral, donde asistieron a la Misa de acción de gracias, y después en la explanada, donde desemboca la legendaria escalinata. A su lado, la princesa Charlene, que, después de perderse las celebraciones durante dos años, no ocultó su alegría al poder asistir a la gran cita del año. Vestía un elegante abrigo blanco, de Akris; estrenó un broche de diamantes de Van Cleef & Arpels, valorado en más de 200.000 euros, y estuvo arropada por toda la familia monegasca; su hermano, Sean, y su cuñada, Chantell.
La princesa Carolina, Carlota y Tatiana hicieron una oda al ‘tweed’ con sus ‘looks’, y Beatrice Borromeo triunfó con un traje en rojo español y una pamela al estilo princesa Grace
Un nieto para Estefanía
Junto a los soberanos, las princesas Carolina, con un conjunto rosa de Chanel y un sombrero muy chic, y Estefanía, que vive prácticamente retirada. Al igual que su hermana, no ha rehecho su vida sentimental y está centrada en sus tres hijos y con la ilusión, quizá, de ser abuela pronto. En Mónaco —y viendo las imágenes parece evidente— circulan rumores de que su nuera, Marie Chevallier, está embarazada. Se casó hace tres años con Louis Ducruet y, de confirmarse, sería su primer nieto.
A esta posible buena nueva se sumó también la sorpresa de ver a Carlota Casiraghi con toda su familia. Se casó con el productor Dimitri Rassam, en 2019, y tienen un hijo en común, de cuatro años, pero no ha sido hasta ahora cuando ha estado acompañada de su marido y del pequeño. Fue, de hecho, el debut de ambos en la Fiesta Nacional y también la oportunidad de ver a Balthazar junto a su hermano mayor, Raphaël Elmaleh, de ocho años.
Completamente recuperada de su enfermedad, Charlene retomó su papel de primera dama en el día del soberano con un espectacular abrigo blanco
Y como no hay una Fiesta Nacional sin balcón, tras la llamada a las armas, todos protagonizan la tradicional estampa —ya no caben—, mientras, a pie de calle, los ciudadanos los aclamaban con “¡hurras!”. Todos saludando, pero con los niños robando la atención, mientras la orquesta de los Carabineros interpretaba el pasodoble España cañí y una delegación de la Armada participaba en el desfile militar, según infodefensa.com. Todo en honor a Alberto I —es el centenario de su muerte—, tatarabuelo del soberano, quien se formó tanto como marino como científico en la Escuela Naval Militar española.
En uno de los ventanales abalconados, se veía a la princesa de Hannover con sus hijos y nietos: Tatiana y Andrea con Sasha, India y Maximilian, de nueve, siete y cuatro años; Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo con Stefano y Francesco, de cinco y cuatro, y Carlota y Dimitri con Balthazar y Raphaël Elmaleh. En otra, a Estefanía con Pauline, Louis, Marie y Camille. Y, finalmente, a los príncipes Alberto y Charlene con Jacques y Gabriella. Y ahí les dejamos, a pocas semanas ya de las fiestas más entrañables. Un soberano y una primera dama preparando el octavo cumpleaños de sus mellizos; a una abuela exultante, Carolina, a sus sesenta y cinco años, y a Estefanía con el interrogante de cuándo nacerá su primer nieto.