Este jueves 14 de septiembre, se cumplen 40 años de la fatídica muerte de Grace Kelly cuando tan solo tenía 52 años. El fatal accidente se produjo 24 horas antes de su defunción, cuando el Land Rover en el que viajaba la princesa en compañía de su hija Estefanía, que por aquel entonces era una adolescente de carácter un tanto rebelde, se despeñaba por un barranco causándole las fatales lesiones que acabaron con su vida. Un duro golpe para los miembros de la familia Grimaldi, y, en especial para el príncipe Rainiero, que, según han explicado sus hijos, nunca volvió a ser el mismo.
Un final dramático para una gran estrella de Hollywood que dejó atrás su carrera, cuando esta se encontraba en su punto más álgido, para vivir una historia de amor propia de un cuento de hadas. Tras su paso por el altar con el príncipe Rainiero en 1956, su presencia supuso todo un cambio para este pequeño principado que pasó a ser uno de los enclaves europeos con más glamour. Una auténtica influencer en un tiempo en el que ese término todavía no se había acuñado, porque era un icono de estilo, que, todavía en la actualidad, sigue vigente siendo fuente de inspiración para muchos diseñadores y celebridades.
Beatrice Borromeo causa sensación con este look asombrosamente parecido a uno de Grace Kelly
Quiénes también han perpetuado su legado han sido sus familiares. Pues, como bien reconocía el príncipe Alberto en su entrevista más reciente con EFE, a pesar de que ya han pasado 4 décadas de su partida, el dolor seguía estando presente. Un recuerdo imborrable que no dejan que muera, ya que para honrar su memoria se han mantenido activas los movimientos solidarios con los que la musa de Aldred Hitchcock estaba tan volcada, buen ejemplo de ello es el Baile de la Rosa, un gran evento social presidido por la familia Grimaldi que cada año reúne a gran parte de la jet set monegasca y cuya recaudación va destinada íntegramente a la fundación que lleva el nombre de la protagonista de La ventana indiscreta y que apoya a diferentes causas benéficas.
De la misma manera, sus nietas han heredado su gran gusto por la moda, mientras que Carlota Casiraghi es embajadora de Chanel, sus primas pequeñas, Camille Gottbliet y Pauline Ducret, ambas hijas de Estefanía de Monaco, también comparten la pasión por el mundo textil y esta última ha llegado a crear su propia firma de ropa llegando a exhibir sus modelos en la Semana de la Alta Costura de París.
Dos princesas unidas sin haberse conocido
Grace Kelly tenía mucho en común con la que ahora sería su nuera, Charlene, la mujer del príncipe Alberto. Ambas abandonaron un futuro laboral prometedor para servir al pueblo de Mónaco teniendo que adaptarse a una nueva realidad dentro del palacio marcada por una cultura completamente distinta y un severo protocolo. Relaciones por las que siempre sobrevolaron los comentarios sobre una posible separación o distanciamiento, se decía que Grace buscaba retomar la interpretación algo que Rainiero no veía con buenos ojos, por su parte, la que fuese nadadora olímpica durante el tiempo que ha estado alejada del foco mediático debido a diversos problemas de salud, también tuvo que hacer frente a los rumores de crisis.
Charlene de Mónaco y el día que Grace Kelly intentó escapar de su 'jaula de oro'