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Este lunes Jacques y Gabrielle de Mónaco han estrenado el curso escolar. En compañía de sus orgullosos padres, que siempre que su agenda de compromisos se lo permite están presentes en los momentos cruciales de la vida de sus dos hijos, los mellizos han asistido a la jornada inaugural del colegio François d'Asside-Nicolas Barre, un centro católico privado enclavado en la Roca en el que los príncipes reciben su formación educativa. Una mañana de reencuentros con sus compañeros en la que los niños se han mostrado muy atentos y formales ante las explicaciones de sus profesores. Vestidos con sus correspondientes uniformes, formados por un polo color granate y unos pantalones vaqueros, los pequeños han querido hacer gala de su particular sentido de la moda y han incorporado al look distintos accesorios: mientras que Jacques ha optado por una divertida mochila de Super Mario Bros, Gabrielle se ha decantando por una original diadema en forma de orejas de gato.
© Eric Mathon / Palais princierA punto de cumplir 8 años Jaques y Gabriella han experimentado un gran cambio físico, se les puede ver mucho más altos y también adultos en sus gestos y actitud. Particularmente llamativo es el nuevo peinado que ha probado Jaques, mucho más corto y de pincho abandonando su clásica melena rubia infantil. Un primer día cargado de significado para ellos y que implica una vuelta a la normalidad total tras la crisis del Covid-19, puesto que el pasado 2021 el príncipe Alberto comunicó que los niños iban a recibir clases desde casa, una educación personalizada que continuaba con la estela online de los momentos más duros del confinamiento para asegurar así los protocolos sanitarios. Cabe recordar, que además de cumplir con sus obligaciones escolares, los niños ya acompañan a su padre en los actos oficiales, como los viajes internacionales, por lo que la posibilidad de contraer el virus era un gran impedimento para poder realizar estas tareas.
© Eric Mathon / Palais princierEste mes de septiembre también está marcado por el regreso de Charlene a la vida pública después de un largo retiro para curarse de algunos problemas de salud. Precisamente, la que fue medallista olímpica ha confesado que sus vástagos, de naturaleza divertida e inquieta, han sido una gran vitamina para seguir adelante en los momentos más complicados. Sin duda, una muestra más de la buena sintonía y unión que prevalece en esta familia a pesar de las especulaciones en las que siempre se visto envuelto el matrimonio.
© Eric Mathon / Palais princierNi Meghan ni Máxima, la próxima 'royal' a la que querrás copiar el look es... ¡Gabriella de Mónaco!
Un verano de lo más divertido
Antes de comenzar con sus lecciones los pequeños han tenido tiempo para exprimir al máximo la época estival. Este verano han tenido la oportunidad de descubrir un poco más sobre el mundo náutico y la navegación a través de una iniciativa llamada Seadventures Summer Camp, puesta en marcha por el Club Náutico de Mónaco. Ambos se convirtieron durante unas semanas en simpáticos grumetes siendo galardonados con sendas medallas por su aprendizaje. De la misma manera, en estos meses, se han iniciado en el buceo, y, es que, siguiendo la brillante estela de su madre en el deporte, los nietos de Rainiero se desenvuelven como pez en el agua en el medio acuático y también están de lo más avanzados en la natación, una disciplina que dominan con soltura y en la que reciben lecciones de manera habitual.
Jacques y Gabriella de Mónaco, los pequeños príncipes de siete años con la agenda más ocupada
Los regalos (con anécdota incluida) que Jacques y Gabriella de Mónaco han recibido de China
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