Esta particular forma que tienen los monegascos de decir adiós al verano fue una de las tradiciones sacrificadas por la pandemia. Ahora, dos años después, Alberto y Charlene de Mónaco vuelven a ponerse al frente de este picnic organizado por el Ayuntamiento del Principado junto a sus hijos Jacques y Gabriella, siempre indiscutibles protagonistas del evento
Charlene de Mónaco, con un favorecedor vestido blanco largo, ha estado muy pendiente de sus hijos en todo momento. Aunque los niños, ya con siete años y mucha experiencia en actos oficiales, son cada vez más profesionales
Charlene de Mónaco: 'Saco las fuerzas de mi esposo, hijos y familia'
Cuatro meses después de su reincorporación a la vida pública, la princesa Charlene se ha mostrado atenta y muy cariñosa, tanto con sus hijos como con los demás asistentes. En la imagen, posa con Gabriella y otra niña que no quiso perder la oportunidad de llevarse un recuerdo
El parque Princesa Antonieta es la sede de este día de picnic que comienza con los bailes regionales que un grupo de niños dedican a la familia principesca antes de obsequiarles con flores. Alberto de Mónaco, con su hijo de la mano, observa atentamente sus movimiento
Alberto y Charlene de Mónaco posan con sus hijos y con el grupo de niños que les recibieron con el traje tradicional monegasco y bailando bailes regionales como es habitual en este día de campo
La princesa Charlene, con una niña en brazos, charla animadamente con algunos de los asistentes. A su lado, Gabriella de Mónaco, con un veraniego vestido azul de flores, no pierde detalle
La música adquiere un gran protagonismo en este evento con el que los monegascos ponen la guinda al verano y dan la bienvenida al nuevo curso. En la fotografía, Alberto de Mónaco posa con los músicos en el parque Princesa Antonieta
Como en todo picnic que se precie, no puede faltar la comida y el príncipe Alberto ha ido a ver a los artífices de la parte gastronómica del día. Después de dos años sin poder reunirse para celebrar esta tradición, la mayoría de los asistentes no borraban la sonrisa de su rostro
Este día campestre concluye con una misa, que Alberto y Charlene de Mónaco presenciaron en primera fila. Sus hijos, muy atentos y formales, no tienen nada que ver con los pequeños de apenas cinco años que asistieron al último picnic que se celebró en 2019