La princesa Charlene vuelve a alejarse temporalmente de la vida pública por su positivo en coronavirus, pero se espera que dentro de unos días pueda asumir nuevamente la agenda oficial que retomó a finales de abril, después de una prolongada ausencia. De esos meses que pasó sin poder salir de Sudáfrica por una infección otorrinolaringológica que incluso la obligó a ser operada en tres ocasiones se ha pronunciado Alberto de Mónaco, con el que está a punto de cumplir once años de matrimonio. El soberano ha explicado a Journal de Dimanche que su esposa "ha sufrido mucho y ha vivido momentos difíciles lejos de su familia".
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El soberano monegasco ha reconocido que estar separados físicamente durante cerca de un año ha sido "una prueba" tanto para ellos como para sus dos hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, quienes cumplieron en diciembre siete años. Es por eso que considera que el regreso de Charlene a Mónaco es "lo más bonito que podría haber sucedido". Además, se siente muy feliz porque su esposa se encuentra bastante recuperada de su dolencia y ahora todos en la familia pueden disfrutar de su compañía así como retomar poco a poco la rutina. "Está mejor, finalmente podemos pasar tiempo juntos. Es un alivio y una alegría para todos nosotros", ha indicado.
Charlene pasó seis meses en Sudáfrica y luego cerca de cuatro en una clínica de Europa que eligió para recuperarse de un agotamiento físico y emocional profundo. En todo ese tiempo son muchos los rumores que han apuntado a una separación del soberano de Mónaco y su esposa. Esas informaciones, según el príncipe Alberto, no son reales: "Extrañamos mucho a la princesa. Y obviamente estábamos heridos por los rumores maliciosos que se difundieron". Ha asegurado que, dejando a un lado el daño que pueden hacer esos comentarios, ellos han estado "unidos a pesar de la distancia" y han hablado "a menudo" sin importar los kilómetros.
Durante la convalecencia de Charlene, son varias las visitas familiares que ha recibido. Cuando estaba en su Sudáfrica natal, donde se desplazó inicialmente para colaborar con una campaña contra la caza furtiva de rinocerontes, pudo abrazar a sus seres queridos a comienzos de junio. Aquel viaje coincidió además con el quinto cumpleaños de Aiva Grace, la hija de Sean Wittstock, hermano pequeño de la Princesa. A finales de agosto protagonizaron un segundo encuentro. "Estoy muy emocionada de tener a mi familia de vuelta conmigo", decía junto a varias fotos de los idílicos días que pasaron juntos. En octubre las imágenes se repitieron, pero ya con Mónaco como telón de fondo. Escasos días después ingresó por voluntad propia en una clínica y en Navidad el príncipe Alberto y sus mellizos se reunieron durante unas horas en el citado centro.
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Sus últimas apariciones
Actualmente, y al margen de su positivo en coronavirus, la salud de Charlene "todavía es frágil y no quiero ir demasiado rápido". La princesa reconoce que "el camino ha sido largo, difícil y muy doloroso", pero poco a poco va tomando el pulso de su vida. Así, ha estado acudiendo a citas destacadas como la Semana de la Moda de Montecarlo, el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, un partido de rugby o el campeonato de Fórmula E. Este fin de semana se ha perdido la Riviera Water Bike Challenge, una competición de ciclismo acuático en la que ella misma participó por última vez hace dos años, cuando consiguió el primer puesto del podium.
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