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Charlene de Mónaco reapareció en público hace solo unos días. El pasado sábado, por sorpresa, la Princesa acudió a su primer acto público tras quince meses retirada de la vida pública. Lo hizo en el campeonato de Fórmula E que albergó el Principado en compañía de su marido, el príncipe Alberto, y sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, de 7 años. Las consecuencias de una grave infección otorrinolaringológica la han mantenido alejada de la vida institucional hasta que ha recobrado la salud y retomar sus compromisos. Una vuelta a la escena en la que mostró su imagen más rompedora con nuevo corte de pelo, rubia platino, marcado maquillaje y un sofisticado traje de pantalón que deja en el aire la incógnita de cuándo se la volverá a ver de nuevo.
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La Princesa, que ya presenta un aspecto mucho más recuperado y ha ganado algo de peso, entregó el trofeo en compañía de su hija Gabriella al segundo clasificado, Stoffel Vandoorne. El público presente en la competición también expresó su alegría al verla de nuevo, según asegura Monaco Tribune. A pesar de llevar más de un año retirada de sus deberes, ejerció de perfecta Princesa y fue como si el tiempo no hubiera pasado. Estuvo muy pendiente de sus hijos, como ha hecho siempre que Jacques y Gabriella han participado de la agenda institucional de La Roca. También apostó por mostrar una imagen futurista, alejada de los cánones de otras damas de las Casas Reales, que han hecho que sus looks y sus cortes de pelo sean siempre de lo más comentados.
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En esta ocasión, la princesa Charlene también eligió llevar una joya con una gran carga sentimental y significado su imponente anillo de compromiso, que el monarca monegasco le entregó antes de su boda. Se trata de una sortija, con un gran diamante de talla pera, que se compró expresamente para la petición de mano en la firma Repossi.
De todas las actividades de Mónaco, la Princesa ha elegido aparecer junto a su marido y sus hijos, dando una vez más una imagen de unión, en un acto relacionado con el mundo del motor, a los que casi nunca ha faltado. Queda por saber si su presencia en la Fórmula E es el inicio de su nueva etapa institucional o si se trata de una aparición puntual. Quizá los próximos compromisos en los que la veamos también están relacionados con las carreras o con algún evento deportivo. Hay que recordar que en el pasado fue nadadora olímpica por Sudáfrica, su país natal. Además de la natación el rugby es otra de sus disciplinas favoritas y es una auténtica forofa.
Citas deportivas y grandes galas
Las futuras citas del calendario monegasco en las que Charlene podría participar podrían ser otro evento relacionado con el mundo del motor: El Gran Premio de F1 de Mónaco, a finales de mayo, o el Water Bike Challenge, una carrera con bicis de agua que su Fundación prepara para junio. Dos actividades que hasta el año pasado se habían convertido en imprescindibles para la Princesa. Ya en julio tendrá lugar su aniversario de boda, una celebración que promete que será muy especial ya que el año pasado el matrimonio lo pasó separado porque la exnadadora se encontraba en Sudáfrica convaleciente de su infección de oídos, nariz y garganta.
También el 8 de julio podría hacer una aparición estelar en el Baile de la Rosa, que tenía que haberse celebrado el pasado 19 de marzo, pero que se pospuso al verano por la situación sanitaria derivada del coronavirus. Creado en 1954, el baile se canceló por primera vez en su historia en el año 2020 y en 2021 tampoco tuvo lugar por el mismo motivo. Es el acto más glamuroso e internacional de la Familia Grimaldi que sirve para oficializar rupturas y noviazgos, entre los miembros más jóvenes de Palacio. Ese mes también acontecerá la gala de la Cruz Roja. Ya en otoño, el 19 de noviembre, se la espera en el balcón del palacio principesco saludando a los monegascos en el Día Nacional.
Además, la Princesa podría aparecer en la escena internacional en el Jubileo de Platino de Isabel II y en las celebraciones por el Jubileo de Oro de Margarita de Dinamarca. Charlene no acompañó al príncipe Alberto a finales de marzo al servicio de acción de gracias por la vida del duque de Edimburgo, en el que sí estuvieron representados de un buen número de Casas Reales.