Alberto de Mónaco cumple este lunes 64 años y finalmente podrá celebrarlo en casa con su esposa Charlene. La pareja principesca informó el pasado sábado a través de un comunicado conjunto del regreso de la Princesa después de haber estado casi cuatro meses ingresada en una clínica europea. Aunque aún deberá continuar con su recuperación, podrá hacerlo junto a su marido y sus hijos, Jacques y Gabriella, a los que siempre ha echado de menos, como ha manifestado siempre que ha tenido ocasión. Hacía unas semanas que las noticias en torno a su salud eran esperanzadoras y se han confirmado los mejores presagios, aunque su incorporación a la vida pública aún tendrá que esperar. Entre tanto el príncipe Alberto seguirá contando con el apoyo de los Grimaldi, con sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía a la cabeza. Sus sobrinos también han estado ahí y le han arropado de forma pública en algunas de las citas ineludibles de su país y en las que se ha echado mucho de menos a la princesa Charlene, como el Día Nacional o las festividades de Santa Devota.
Charlene de Mónaco no participa en un acto público desde enero de 2021, cuando estuvo en las celebraciones de Santa Devota con su familia. Poco después viajó hasta Sudáfrica, su país natal, para acudir al funeral del rey de los zulúes. La Princesa siempre ha estado muy unida a este grupo étnico y no quiso perderse la despedida a su gran amigo, Goodwill Zwelithini. Tras la despedida oficial, volvió de nuevo a la tierra que la vio nacer en mayo para participar en una campaña de su fundación para concienciar sobre el fin de la caza furtiva de animales salvajes en el continente africano. Fue entonces cuando contrajo una grave infección de garganta, nariz y oídos, cuyas secuelas arrastra hasta el día de hoy. Comenzó a perderse algunos eventos importantes para el Principado como el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. El estado de salud de Charlene ya preocupaba y un comunicado enviado por su Fundación informó que había sido operada por los problemas otorrinolaringológicos que padecía y que no era recomendable que viajara de regreso a casa. Fue entonces cuando Alberto reapareció con sus mellizos a finales de junio en la inauguración oficial del verano con las hogueras de San Juan.
Tampoco pudieron celebrar juntos su décimo aniversario de boda, que tuvo lugar el pasado 1 de julio, disparando así los rumores de una crisis matrimonial, que tanto el soberano como su mujer se esforzaron en acallar. Paralelamente, el problema otorrinolaringológico de la Princesa, lejos de mejorar se dilataba en el tiempo. El origen de su grave infección, que le fue diagnosticada cuando ya se encontraba en Sudáfrica, fue una intervención previa en la boca en la que le elevaron el seno maxilar, un procedimiento habitual previo a la colocación de un implante. El regreso a Mónaco se hacía inviable ya que si montaba en avión al no igualarse la presión de los oídos dentro de la cabina no podría soportar un vuelo por encima de los 20.000 pies de altura.
- La primera foto de los cuatro hijos de Alberto de Mónaco juntos
A esa primera operación llegó una segunda a mediados de agosto de 2021, tras la cual Alberto, Jacques y Gabriella se desplazaron hasta el continente africano para verla y que sirvió para demostrar que el matrimonio seguía muy unido, zanjando así cualquier especulación sobre una crisis. Casi a la vez, el Príncipe tuvo que leer como su ex, Nicole Coste, una exazafata togolesa con la que tuvo a su hijo Alexandre, hacía unas declaraciones incendiarias en las que dijo sobre Charlene que “he visto cosas que me han impactado”. Con la llegada de septiembre, el monarca olvió a sus quehaceres y viajó a Irlanda con los niños tras el último ingreso de su esposa. También estuvo solo en el primer día de colegio de los pequeños y concedió una inusual entrevista a la revista estadounidense People donde aseguró que Charlene “¡No se fue de Mónaco enfadada! No se fue porque estuviera enfadada conmigo o con cualquier otra persona. Iba a viajar a Sudáfrica para reevaluar el trabajo de su Fundación allí y tomarse un tiempo libre con su hermano y algunos amigos”. Unos días más tarde, hijo de Raniero ejercía junto a su hermana Carolina de anfitrión de una gala por el planeta en la que aunque no estuvo Charlene sí que contó con la presencia de su hermano pequeño, Gareth Wittstock.
En octubre, Alberto de Mónaco se desplazó hasta Palma de Mallorca para visitar el Mallorca Country Club, ubicado en Santa Ponça, en el municipio de Calviá, donde coincidió con Carolina Cerezuela y Carlos Moyá. Mientras, Charlene se recuperaba de su última operación y el monarca se atrevía a aventurar que regresaría antes de la Fiesta Nacional (19 de noviembre). Después, estuvo con Robert Redford en una fiesta por el 15º aniversario de su fundación y se llevó a primeros de noviembre a sus hijos hasta Alemania con motivo de la Conferencia de Las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
Finalmente, el 8 de noviembre de 2021, Charlene regresaba al Principado, protagonizando un cariñoso reencuentro con su marido y sus hijos en el que no faltaron ni las flores ni los abrazos. Se la esperaba en Dubái con motivo de la Exposición Mundial, pero fue la princesa Estefanía la que desplazó junto a su hermano a los Emiratos Árabes Unidos. Tres días antes del gran día para Mónaco, Palacio lanzaba un comunicado oficial en el que anunciaba que la Princesa se retiraba temporalmente de la vida pública para recobrar la salud. Los Grimaldi hicieron piña en un Día Nacional al que no faltó Carlota Casiraghi. Casi a la vez, Alberto de Mónaco confirmó que su mujer no estaba en el Principado y que la dolencia que la tenía apartada de sus deberes institucionales “no era solo física” y que no se encontraba en el Principado, sino en un centro de Europa al que ingresó de forma voluntaria, pero que la visitarían muy pronto. La Princesa necesitaba recuperarse de un fuerte agotamiento emocional y físico, alejando aún más en el tiempo su reaparición.
A finales de ese agitado mes de noviembre los mellizos acompañaron, de nuevo, a su padre, para cumplir con un acto lleno de simbolismo. Plantaron un árbol sudafricano (haciendo un guiño al país natal de ella) para celebrar el centenario del Club Soroptimista y que tuvo lugar en los jardines del Casino de Mónaco. También se conoció que los pequeños, que habían comenzado sus clases en la escuela Fraçois d’Assie-Nicolas Barré, estaban siendo educados en casa a causa de la pandemia. “Junto a la princesa Charlene, hemos tomado esta decisión de adaptar este dispositivo en una sala más grande para acoger a seis niños, desde que comprendimos que la situación iba a perdurar”, dijo el monarca en una entrevista en Paris Match y aseguró que los pequeños verían a su madre “en cuanto fuera posible”.
Nuevamente con su hermana Carolina y con sus hijos participó, el 2 de diciembre de 2021, del Día Internacional de los Derechos del Niño y todos los Grimaldi inauguraron las festividades de Navidad. Jacques y Gabriella acapararon toda la atención unos días más tarde en la entrega de regalos a los niños del Principado. Paralelamente, y a pesar de la convalecencia de su eposa, el soberano ha hecho cambios organizativos bastante sustanciales en Palacio. Antes de acabar 2021 decidió renovar completamente su gabinete para rodearse de un equipo mucho más joven y en el que han tomado peso las mujeres. El Príncipe y sus pequeños pudieron reencontrarse con Charlene los días 23 de diciembre de 2021 y 2 de enero de 2022.
También en la distancia la Princesa celebró su 44 cumpleaños, el 25 de enero, aún con muchas incógnitas por resolver y llegó Santa Devota donde el Príncipe estuvo con sus hijos y acompañado por la princesa Carolina. Un día después era su ex, Nicole Coste, la acaparaba todos los focos coincidiendo con la ausencia de Charlene al participar por primera vez en la misa por la patrona del Principado. Ahora, si todo transcurre según lo previsto, el Principado se prepara para poner fin a este capítulo lleno de incertidumbres y preocupación por la salud de su Princesa, y sobre todo espera con ganas las primeras imágenes del ansiado reencuentro familiar.