Son muchos días los que Charlene de Mónaco ha estado fuera del Principado tras su última recaída, un tiempo más que considerable alejada de los suyos mietras se recuperaba de la fatiga física y mental derivada de sus problemas de salud. Desde que el pasado 18 de noviembre decidiera ingresar voluntariamente en un centro médico privado, cuya ubicación en Europa no quiso desvelarse para salvaguardar su privacidad, las informaciones sobre la mujer de Alberto de Mónaco apenas salían con cuentagotas. Casi cuatro meses son los que ha durado su ingreso hasta que por fin, este sábado, se comunicaba de manera oficial su vuelta a casa para completar una recuperación que va por buen camino. Hasta ayer, lo que hemos sabido de Charlene se sabía por boca de su marido o por la suya propia, cuando se pronunciaba de forma escueta por distintos motivos que afectaban a su familia, amigos o ella misma.
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Charlene de Mónaco toma la palabra: las claves del comunicado de su regreso al Principado
Con sus hijos siempre en mente
Así ocurría el 10 de diciembre en las que eran sus primeras palabras desde su retiro, por una razón de peso como era el séptimo cumpleaños de sus hijos, Jacques y Gabriella. La exnadadora olímpica rompía entonces su silencio para felicitar a sus mellizos y dar "gracias a Dios por bendecirme con unos niños tan maravillosos. Os amo. Mamá”, fue el mensaje que Charlene compartió junto a unas divertidas imágenes que había recibido de la celebración de los pequeños príncipes: en pijama, ante una tarta con el número siete y entre globos y guirnaldas. Por aquel entonces, el que también habló de la Princesa fue su padre, Michael Wittstock, quien confiaba plenamente en la resistencia de su hija para afrontar este último bache: “Ella solía nadar veinte kilómetros al día. Sé que es dura, superará esto y saldrá mucho más fuerte”, decía en una entrevista a un medio sudafricano.
La princesa Charlene ha vuelto a Mónaco casi cuatro meses después
La princesa Charlene cumple un año alejada de la vida pública de Mónaco
La siguiente ocasión en la que la mujer del príncipe Alberto decidía escribir un breve texto se producía el 21 de diciembre, y lo hacía para mandar sus mejores deseos de cara a las fiestas navideñas. Publicaba entonces una entrañable y original postal donde se podía ver a la ex deportista junto a su esposo y sus dos hijos convertidos en una acuarela junto al árbol clásico de esas fechas y rodeados de regalos. Cinco días después, Charlene volvía a dejarse leer por el triste fallecimiento del arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, el que fue figura clave en la lucha contra el apartheid. "Mi querido amigo, te echaremos de menos", comenzaba diciendo la Princesa. "Sé que estás al lado de nuestro Padre", añadía a continuación reflejando la actual fe que profesa. "No olvidaré nunca nuestros buenos recuerdos", expresaba sobre las experiencias que vivieron el uno al lado del otro colaborando en importantes causas benéficas. "Tu risa permanecerá siempre en mi corazón. Descansa en paz", concluía. Tuvo que pasar entonces un mes para que Charlene volviera a dar signos de vida, y el motivo no era otro que las 44 velas que soplaba el 25 de enero.
Una fecha muy especial en la Charlene que recibió cariñosas felicitaciones, como la que le mandaba su propia fundación y a la que ella misma respondía con un corazón. Se trataba de emotivo vídeo en el que se repasaban algunos de sus mejores momentos, recordando su infancia y adolescencia, su pasado como nadadora y, por supuesto, su matrimonio y maternidad. Muy poco después, el 27 de ese mes y con motivo de la festividad de Santa Devota, la Casa Real monegasca emitía un comunicado para justificar la ausencia de Charlene: "La convalecencia de Su Alteza Real continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales, aún necesitan de varias semanas. Tan pronto como su salud lo permita, la Princesa volverá a compartir momentos de felicidad con ellos", señalaban. Llegó febrero y, frente al silencio de Charlene sobre su estado de salud, Alberto de Mónaco daba de nuevo la última actualización sobre su mujer. El soberano monegasco hablaba entonces sobre la evolución de su esposa y se mostraba tranquilizador: "Está mucho mejor y espero que regrese al Principado muy pronto", señaló a Mónaco-Matin.
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Su proyecto más sorprendente
En este mismo mes, la Princesa también "reaparecía" públicamente con motivo de su nuevo y sorprendente proyecto, el que la ha convertido ya en una heroína manga en un famoso cómic. "Espero con muchas ganas el lanzamiento del sexto volumen de Blitz, magníficamente inspirado por Garry Kasparov y diseñado por Daitaro Nishihara. La idea de participar en una aventura así me sedujo inmediatamente y agradezco a Cédric Biscay (el guionista y creador) haberme invitado a descubrir este universo", dijo Charlene a Le Parisien a través de su editor. La esposa del príncipe Alberto, que ocupa cuatro páginas de viñetas, es representada muy elegante con gafas negras en el casino de Montecarlo donde da una conferencia. Allí, conoce a dos niños que esperan ansiosos el próximo torneo de ajedrez del Principado. Este 12 de marzo, llegaba la noticia más esperada en la que se anunciaba el regreso de Charlene a Mónaco, una nota firmada en esta ocasión por el matrimonio y que suponía una importante novedad respecto a las enviadas anteriormente durante su convalecencia, donde ella no aparecía en la rúbrica.
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Más allá de las declaraciones puntuales que ha ido haciendo Charlene a lo largo de su ingreso, a principios de 2022 conocíamos que durante este tiempo ha recibido dos visitas familiares en la clínica donde se encontraba. El primer y deseado encuentro se produjo el 23 de diciembre, donde la Princesa pudo por fin abrazar a sus hijos después de 5 semanas sin verlos, tal y como informaba Bunte. Durante 4 horas disfrutaron juntos, y después Charlene tuvo que volver a separarse con gran pena de sus mellizos. Pero esa tristeza sería por poco tiempo ya que el domingo, día 2 de enero, Alberto de Mónaco junto a Jacques y Gabriella fueron nuevamente a ver a la Princesa en otro viaje relámpago sorpresa. Arropada en todo momento desde la lejanía o la cercanía, Charlene ha vuelto al hogar y lo que ha acontecido en estos meses queda atrás, para comenzar a escribir desde ya una nueva página en su vida que, siempre al lado de los suyos, promete ser más reconfortante.