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Se la esperaba, pero nuevamente, Charlene de Mónaco ha vuelto a faltar en un acto público de larga tradición en el Principado: las festividades de Santa Devota. Sin embargo, el Príncipe Alberto ha mandado un comunicado oficial en el que da más información sobre cómo va la recuperación de su esposa, motivo que la ha hecho estar ausente de este compromiso público. La Princesa lleva un año alejada de la vida pública del Principado ya que la celebración de Santa Devota del año pasado fue el último acto oficial que tuvo antes de que cayera enferma.
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En la declaración de Palacio se informa que: "La convalecencia de Su Alteza Real la Princesa Charlene continúa de manera satisfactoria y muy alentadora. Su recuperación, así como el seguimiento de sus cuidados bucodentales aún necesitan de varias semanas, la princesa no podrá lamentablemente asistir este año a las festividades de Santa Devota. Ella está, junto a su esposo, su Alteza Real el príncipe Alberto II, muy unida a todos los monegascos y residentes con motivo de estas celebraciones. Tan pronto como su salud lo permita, la Princesa volverá a compartir momentos de felicidad con ellos. Durante este período, la pareja real pide que su vida privada y la de sus hijos sigan siendo respetados". Esta nueva actualización del estado de la Princesa se ha producido después de que este miércoles por la tarde se la echara de menos en las hogueras que se hacen en homenaje a la patrona del Principado y en las que sí que participaron sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, el príncipe Alberto y su cuñada, la princesa Carolina, que se ha convertido en el mejor apoyo y en la primera dama monegasca ante la ausencia de Charlene.
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Este año se ha unido al acto Louis Ducruet, hijo de la princesa Estefanía, y todos juntos presenciaron la llegada de la tradicional barca a puerto, donde se han bendecido el mar con las reliquias y se han lanzado salvas de honor antes de una ceremonia religiosa en la que se vio al príncipe Alberto muy atento a las lecturas. Mientras, la embarcación era colocada para ser incendiada posteriormente, en primer lugar por Jacques y su padre, que sostenía la llama en manos de su hijo. Un día después, la Princesa también ha sido la gran ausente de la misa de Santa Devota, que cada año tiene lugar en la Catedral de Mónaco. Alberto de Mónaco ha estado acompañado por su hermana mayor, que ha vuelto a ser el centro de las miradas con un abrigo de cuadros, un tocado y unos bonitos pendientes largos.
La que no se ha perdido la ceremonia religiosa ha sido Nicole Coste, madre de Alexander, el hijo mayor del jefe del Estado monegasco. Vestida entera de blanco, se la ha visto subiendo las escaleras de la catedral, convirtiéndose así en la protagonista inesperada del acto. En los últimos tiempos la exazafata togolesa ha roto su gran discreción y ha acaparado algunos titulares donde se mostraba muy crítica con la actitud de Charlene. El príncipe Alberto se mostró especialmente molesto por estas declaraciones que calificó de "inapropiadas".
Hace tan solo unos días, el 25 de enero, la princesa Charlene cumplió 44 años en un momento delicado. Aunque ahora se ha sabido que sigue evolucionando bien, es una incógnita cuándo se producirá exactamente su ansiada reaparición pública en Mónaco. Regresó al Principado el pasado 8 de noviembre, después de haber estado seis meses en Sudáfrica, su país natal, aquejada de una grave infección otorrinolaringológica que la obligó a pasar por tres cirugías en el continente africano. El día de su cumpleaños, su Fundación la felicitó con unas imágenes, que ella misma compartió, haciendo un guiño a su pasado como nadadora y a su presente como Princesa.