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Este martes, 25 de enero, la princesa Charlene celebra su 44º cumpleaños en un momento delicado y rodeado de mucha incertidumbre. La mujer de Alberto de Mónaco lleva varios meses desaparecida, ingresada por voluntad propia en un centro del que no se tiene dato alguno con un objetivo muy claro: recuperarse del cansancio físico y emocional provocado por su larga convalecencia. Hay que recordar que la Princesa regresó a Mónaco el pasado 8 de noviembre después de estar seis meses en Sudáfrica. Sus problemas de salud motivados por una infección de garganta, nariz y oídos le impidieron volver a casa y tuvo que someterse a tres operaciones y una larga convalecencia, además de lo duro que ha sido para ella estar tanto tiempo separada de su marido y sus dos hijos, los pequeños Jacques y Gabriella.
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© Getty Images
El propio Alberto de Mónaco ha sido el encargado de explicar el proceso por el que está pasando su mujer y ha hablado claramente sobre su recuperación. "Charlene estaba exhausta. Un agotamiento general, físico y moral. Tanto es así que decidimos juntos, y con nuestras familias cercanas, que lo mejor sería que pudiera descansar tranquilamente fuera de Mónaco", dijo a finales del año pasado a la revista People. El estado de salud de la Princesa ha provocado muchas preguntas que siguen sin respuesta, pero para los que dicen que detrás de esta misteriosa situación hay algo más (como la ruptura de su matrimonio), el príncipe Alberto tiene una contundente respuesta: "La princesa no sufre ninguna enfermedad grave o incurable. Tampoco es un problema de pareja. Nuestra pareja no está en absoluto en peligro", dijo en declaraciones.
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Poco más se ha sabido, aunque las últimas noticias parecen bastante esperanzadoras. La Princesa se está recuperando "de manera satisfactoria", por lo que sus médicos permitieron la visita de su marido y sus hijos estas navidades. Muchos creen que el regreso de Charlene a la vida pública podría estar más cerca. De hecho, podría producirse justo un año después de su último acto: el día de Santa Devota. La fiesta de la patrona del Principado, que se celebra este miércoles y jueves (26 y 27 de enero), es un día muy señalado para la familia Grimaldi y sería una fecha ideal para su vuelta, haciendo un guiño al que fue el último acto oficial al que acudió en 2021.
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Sería una bonita forma de 'cerrar el círculo' y poner fin a estos meses tan complicados para ella, aunque quizá es demasiado pronto. Habrá que esperar para saber cuándo vuelve Charlene al Principado y cuándo se reincorporará a sus actividades oficiales con normalidad. Además, viendo cómo ha sido el comportamiento de su marido durante estos últimos meses, que ha hablado con naturalidad de su convalecencia y los rumores de crisis concediendo diferentes entrevistas, la Princesa podría seguir sus pasos y hablar abiertamiente de su estado de salud. Sin duda, serviría para poner fin a tantas especulaciones y rumores que la han acompañado a lo largo de 2021.
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© Eric Mathon / Palacio Principesco de MónacoUn cumpleaños diferente
Otra de las incógnitas que queda por resolver es cómo celebrará su 44º cumpleaños. En alguna ocasión, el príncipe Alberto ha confesado que a su mujer "no le gustan las grandes celebraciones" y que prefiere algo más íntimo, sin embargo, al seguir con su recuperación no está claro si podrá recibir la visita de su familia para estar juntos aunque sea por unos minutos. El soberano monegasco es conocido por ser un "especialista en regalos de última hora", pero seguramente este año habrá tenido más tiempo para pensar algo con lo que sorprenderla.
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Lo que sí que podría producirse es que Charlene de Mónaco recurra a sus redes sociales para mandar un mensaje a sus casi 400.000 seguidores. La Princesa suele utilizar su perfil oficial para ocasiones especiales, como su original felicitación navideña o el mensaje que dedicó a sus hijos por su 7º cumpleaños. "Feliz cumpleaños mis bebés. Gracias a Dios por bendecirme con unos niños tan maravillosos. Me siento muy agradecida. Os amo, mamá", escribió Charlene junto a varias fotos en las que podía verse a Jacques y Gabriella en pijama soplando las velas de su tarta.
