Carolina de Mónaco es famosa desde la cuna. Su nacimiento fue noticia en todo el mundo. Desde entonces, la prensa sigue cada uno de sus pasos: sus romances, sus gustos y aficiones, sus vestidos, sus alegrías, sus dramas y tragedias…
No se siente cómoda ante los fotógrafos y paparazzi, pero lleva toda su vida soportando los focos. Tampoco le gustan los títulos, aunque siempre ha tenido que lidiar con las etiquetas: ‘la princesa rompecorazones’, ‘la mujer más elegante del mundo’…
Con motivo de su sesenta y cinco cumpleaños, destacamos 65 curiosidades y datos insólitos de su biografía: de su infancia vistiendo abrigos de conejo y armiño a su sorprendente conexión con Camilla Parker-Bowles; de su accidente de tráfico a metros de donde murió su madre, la inolvidable princesa Grace , al día en que se salvó milagrosamente de un incidente al precipitarse al vacío el viejo ascensor de un teatro parisino; de su pasión por la lectura y la danza a su batalla por proteger su privacidad y la de su familia…
1. Nació el 23 de enero de 1957, en un salón del palacio del príncipe de Mónaco. Su madre, Grace Kelly, ordenó forrar las paredes de la sala de color verde para la ocasión, siguiendo una antigua tradición irlandesa.
2. Se esperaba un varón. El otoño anterior al nacimiento, la princesa Grace había encargado toda la ropa para el bebé en las mejores tiendas de París. La mitad del ajuar era para un niño.
3. Heredera al trono. Durante catorce meses, Carolina fue la presunta heredera, hasta que nació su hermano, el príncipe Alberto.
4. Otros 24 títulos. Cuando nació, también fue nombrada heredera de una veintena de antiguos títulos de la nobleza francesa: desde los ducados de Valentinois, Mazarin y Mayenne, hasta el condado de Polignac y el principado de Château-Porcien. Luego, pasaron a su hermano.
5, Icono de moda desde su niñez. En junio de 1969, cuando tenía doce años, The New York Times le dedicó un reportaje enfocado en sus abrigos de piel de conejo y armiño. ‘Cuando a una niña le queda pequeño su abrigo de visón, ¿qué es lo siguiente?’, tituló el periódico.
6. Reina de ¡HOLA! Es uno de los personajes que más portadas ha protagonizado en los setenta y ocho años de historia de esta revista: más de 150. La primera fue el 2 de febrero de 1957, pocos días después de su nacimiento.
7. Bebé con clase. Fue la primera niña en llevar ropa de alta costura. Marc Bohan, director creativo de Christian Dior en los años 60 y amigo y modisto de cabecera de la princesa Grace, creó la línea Baby Dior pensando en ella y en su hermana, la princesa Estefanía.
8. Igual a su abuela. Desde niña guarda un asombroso parecido físico con su abuela paterna, la princesa Carlota de Mónaco.
9. Fue el ojito derecho de su padre, que la llamaba ‘Carine’.
10. Su segunda madre fue una niñera inglesa, Maureen Woods. “Hasta que no tuvimos catorce años no pudimos comer con nuestros padres. Para mi hermano y para mí, Maureen era la figura principal de nuestras vidas…”, recordó una vez. “Cuando éramos pequeños, estábamos más unidos a ella que a nuestros padres”.
11. Muy buena estudiante en el internado femenino Saint-Maur. “Me encantaba la escuela y sacaba buenas notas”, reveló en una entrevista.
12. Una excelente esquiadora, amazona y nadadora desde la niñez. Estudió danza clásica y le encanta bailar. Además, su madre se encargó de que aprendiera a cocinar, coser y tocar el piano.
13. Un tercer hermano, que nunca llegó. Grace Kelly perdió un bebé en julio de 1967, durante una visita a Canadá.
14. Veranos en Estados Unidos. Durante su infancia, pasó algunos meses estivales con los Kelly en Estados Unidos. En esas estadías, la princesa contaba con la protección del Servicio Secreto americano.
15. ‘Patito feo’. Aunque llegó a la adolescencia con un aire atractivo, alguna vez reveló que, al lado de su madre, no se sentía bella.
16. Conexión con Camilla. Según la escritora francesa Sophie Adriansen, autora de una biografía sobre Grace Kelly, Carolina tuvo algún tipo de relación con Mark Shand, hermano de Camilla Parker-Bowles.
17. Primera fiesta. A los diecisiete años protagonizó una de sus primeras portadas de ¡HOLA! en solitario. ‘Primera fiesta nocturna y mundana de Carolina de Mónaco, sin sus padres, en París’, tituló ¡HOLA! el 5 de enero de 1974.
18. Su puesta de largo fue poco después de cumplir diecisiete años, en los festejos de las bodas de plata del príncipe Raniero con el Trono monegasco, en mayo de 1974.
19. ‘Princesa rompecorazones’, así la bautizó la prensa británica en 1974, asegurando que había tenido varios romances adolescentes que habían “levantado algunas cejas en Mónaco”. Un funcionario de palacio declaró a un tabloide inglés que Carolina había estado enamorada al menos una docena de veces durante aquel año.
20. Amor presidencial. En el verano de 1976, la prensa fantaseó con el noviazgo de Carolina y Henri Giscard d’Estaing, hijo del ex Presidente de Francia Valéry Giscard d’Estaing.
21. Demanda millonaria. Un año después, su padre demandó al multimillonario playboy brasileño Francisco Scarpa por haber declarado en una entrevista televisiva que había tenido una relación amorosa con Carolina. El monarca monegasco pidió cuatro millones de dólares de indemnización por perjuicios morales.
22. Una posible reina. El gran sueño de la princesa Grace era ver a su hija mayor convertida en consorte de alguna gran monarquía europea. El primer candidato teórico fue el entonces soltero Carlos de Inglaterra. Carolina y el príncipe de Gales se conocieron en Montecarlo, pero no hubo feeling.
23. Princesa filósofa. Estudió Filosofía en la Universidad de La Sorbona, en París. También estudió Psicología y Biología.
24. Boda polémica. Sus padres se opusieron a su enlace con Philippe Junot, en 1978. La princesa solo tenía dieciocho años. Finalmente, terminaron accediendo.
25. Cruce de comunicados. La boda estuvo teñida de escándalo. Palacio emitió un comunicado indicando que Junot era consejero financiero con un diploma del Instituto de Finanzas de Nueva York. Dicha Universidad aclaró que no otorgaba títulos en la época en la que el empresario realizaba sus estudios a distancia. Además, los descendientes del famoso general Jean-Andoche Junot, duque de Abrantes, negaron estar emparentados con el novio.
26. Festejo íntimo. El enlace fue pequeño comparado con el de Grace y Raniero, que tuvo 1.200 invitados. Carolina y Junot dieron una conferencia de prensa durante su luna de miel en la isla de Moorea, en la Polinesia. “No me casé para el público”, aclaró la novia. “No quería que mi boda fuera un circo de tres pistas. Fue una boda hermosa porque estaban las personas a las que quiero”. En esa rueda de prensa también dijo que soñaba con tener al menos cuatro hijos. No tuvo ninguno con el empresario francés.
27. Amistad con los Borbón. Grace Kelly era la princesa favorita de la Reina Victoria Eugenia de España, abuela del Rey don Juan Carlos. La ex actriz de Hollywood sentía admiración y devoción por la consorte española. Por eso, los condes de Barcelona fueron invitados de honor en la boda de Carolina y Junot.
28. Regalo real. Poco después del enlace, el príncipe Raniero le obsequió a su hija su primer yate: ‘Kwasi’. La joven se deshizo de la embarcación antes de que hiciera aguas, como su matrimonio.
29. El sueño de Grace. La madre de Carolina alguna vez comentó que le habría hecho ilusión que su hija se casara con Robertino Rossellini, hijo del cineasta Roberto Rossellini y de la actriz Ingrid Bergman.
30. Caída libre. Carolina sufrió un accidente con Junot en 1978, cuando el viejo ascensor de un teatro en los Campos Elíseos, en París, se precipitó cuatro pisos. Por suerte, nadie salió herido.
31. Divorcio anunciado. El 8 de mayo de 1982, tras separarse de Philippe, dio su primera entrevista a ¡HOLA!: “Un divorcio siempre es un fracaso. No pido que nadie se apiade de mi suerte”, declaró en exclusiva a esta revista.
32. Match point. Ese mismo verano, vivió un breve y apasionado romance con el tenista argentino Guillermo Vilas. El idilio comenzó en el Open de Montecarlo de aquel año, en el que Vilas se coronó como ganador. ¡HOLA! publicó en exclusiva las fotografías de la romántica escapada de la pareja a una isla en el Pacífico.
33 Periodista de ¡HOLA!. En 1983, Carolina debutó como colaboradora de ¡HOLA! realizando una serie de entrevistas a personajes famosos.
34 Amor verdadero. No pasó mucho tiempo antes de que encontrara a Stefano Casiraghi. El empresario italiano reveló que la conoció dos años antes de que comenzaran a salir oficialmente. “A finales del mes de junio de 1983, ambos entendimos que queríamos vernos todos los días y unos amigos en común nos invitaron a un crucero en Córcega, y al final de este crucero pasamos diez días juntos en Cerdeña solos y regresamos a Montecarlo, donde nunca nos dejamos”, confesó.
35. Boda y embarazo. Carolina se casó con Casiraghi ya esperando su primer hijo. La boda se celebró el 29 de diciembre de 1983 y, solo cinco meses después, el 8 de junio de 1984, nació Andrea Casiraghi.
36. Cuestión de edad. La novia era ligeramente mayor que el novio. Cuando se casaron, ella tenía casi veintisiete años y él, veintitrés.
37. Máxima privacidad. Fue una boda mucho más íntima que la primera. Aproximadamente 20 invitados asistieron a la ceremonia civil, mantenida tan privada como lo permitían las tradiciones del Principado.
38. Hasta el Vaticano. Este matrimonio no fue reconocido por la Iglesia Católica Romana, que seguía considerando como válido el de Junot. El Papa Juan Pablo II creó una comisión especial de jueces para examinar la solicitud de anulación. ‘Carolina rompe con la Iglesia’, tituló la prensa francesa, remontándose a 1498 y Luis XII. El Santo Pontífice no tramitó la petición hasta 1992, dos años después de la muerte de Casiraghi. Solo entonces los hijos de Carolina fueron reconocidos como legítimos.
39. Curvas peligrosas. En agosto de 1986, la princesa tuvo un aparatoso accidente de tráfico a las afueras de Mónaco, a pocos metros del mismo lugar donde se mató su madre, en 1982.
40. La más elegante del mundo. En 1988, los lectores de ¡HOLA! le otorgaron ese título. “Agradezco a los españoles que me consideren la’más elegante y admirada, pero no me lo merezco”, dijo a ¡HOLA!.
41. Princesa aventurera. Participó en el rally Paris-Dakar de 1985 junto a su marido. Durmió en tiendas de campaña y comió conservas en latas como el resto de pilotos.
42. Un palacio flotante. En 1989, descubrió el yate de sus sueños en el puerto de Mónaco. Fue amor a primera vista y del resto se encargó su marido, que no reparó en gastos a la hora de adquirirlo: se gastó 600 millones de las antiguas pesetas en poner el barco a punto. Carolina bautizó a aquella casa con motor como ‘Pacha III’ (Pierre, Andrea y Charlotte), los nombres de sus hijos con Casiraghi.
43. Mal presagio. Unas semanas antes de la muerte de Stefano, el deportista sobrevivió a un accidente casi mortal cuando su barco explotó frente a las costas de Guernsey.
44. Comienza el misterio. En 1990, tras la trágica muerte de su marido, la princesa huyó de Mónaco y se instaló con sus hijos en Saint-Rémy, un pueblo de la Provenza francesa. Allí descubrió una nueva pasión: la trashumancia.
45. Su vida de ‘campesina’ causó sensación. ‘De Nueva York a Londres, los ricos y los bellos murmuran sobre el estilo de vida de Carolina. Una canoa en lugar de un yate. Un sándwich en lugar de caviar’, publicó la revista alemana Bunte en 1993, al pie de una serie de fotografías de la princesa paseando en canoa con Carlota en un río y comprando en el mercado del pueblo.
46. Una imagen impactante. En 1996, sorprendió al mundo con su cabeza totalmente calva. Según la prensa italiana, la pérdida total del cabello pudo deberse a un agotamiento nervioso. “El problema es superficial”, aclaró el príncipe Alberto, tratando de disipar los rumores sobre una enfermedad grave. “Es un problema de la piel, una cuestión de dermatología. No es nada grave y su cabello volverá a crecer. Aparte de eso, está bien”.
47. Nuevo amor. A mediados de la década de 1990, Carolina empezó a salir con Ernst de Hannover, marido de su amiga Chantal Hochuli.
48. La prueba definitiva. En el verano de 1997, ¡HOLA! publicó las primeras fotografías que evidenciaban la relación de la princesa con el aristócrata alemán. Las imágenes fueron tomadas en Mallorca. Solo unos meses después, la pareja posó por primera vez en un acto público: la boda del príncipe Pierre d’Arenberg.
49. Primera dama. Carolina ejerció este papel desde la muerte de su madre, en 1982, hasta la boda de su hermano, Alberto, en 2011. “Después de la muerte de Grace sucedió un milagro. Carolina se puso en el lugar de su madre. Tiene el mismo espíritu que ella. La forma en que está manejando los trabajos que le he encomendado es una fuente de gran satisfacción para mí”, dijo Raniero.
50. Heredera, otra vez. Tras la muerte de su padre, Carolina volvió a ser presunta heredera del Trono del Principado, ya que entonces el príncipe Alberto todavía no había tenido hijos con Charlene.
51. Una cuestión real. Para casarse con Carolina, Ernst de Hannover tuvo que pedir aprobación a su prima, la Reina de Inglaterra. Isabel II dio su bendición.
52. Todo por amor. Sin embargo, Hannover perdió su puesto en la línea de sucesión al Trono británico por casarse con la princesa monegasca, que profesa la fe católica.
53. Princesa cazadora. Carolina es una excelente cazadora y ha participado en numerosas cacerías en Extremadura.
54. Está separada de Ernst de Hannover desde 2009, aunque nunca se ha divorciado legalmente.
55. Su casa secreta en Mónaco es una villa de lujo llamada ‘Le Clos Saint-Pierre’. El palacete pertenecía a su abuelo el príncipe Pierre de Polignac, duque de Valentinois, y a su abuela, la bella Carlota Grimaldi. Una curiosidad: la Reina Victoria Eugenia y los condes de Barcelona se alojaban en esta casa cuando recababan en el Principado.
56 Refugio africano. Durante años, especialmente durante su matrimonio con Ernst de Hannover, Carolina se escondió en ‘Beach House’, una casa de vacaciones secreta en la pequeña isla de Shela, adyacente a la isla Lamu.
57. Derecho a la intimidad. En 2004, tras diez años de batallas legales, consiguió que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le diera la victoria en su batalla judicial contra la prensa alemana por la publicación de fotografías suyas. Los jueces de la Corte de Estrasburgo dictaminaron, por unanimidad, que esas imágenes violaban el derecho de la princesa de Hannover a la vida privada y familiar garantizado por el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
58. ‘Anti-flash’. No le gusta ser fotografiada, aunque lleva toda su vida bajo los focos y es una de las mujeres más retratadas del mundo. “Cuando éramos niños teníamos que estar siempre listos. A los doce años yo estaba exasperada, no quería tener nada que ver con todo eso. Éramos demasiado jóvenes”, declaró una vez.
59. Última relación. En 2010 se la relacionó con el galerista italiano Gerard Faggionato. Desde entonces, no se le conoce pareja.
60. Ferviente feminista. “Pertenezco a una generación en la que la cuestión estaba muy viva», explicó recientemente sobre el movimiento. Pese a que su propia madre primero —«no necesitas ir a la escuela”— y un profesor de la universidad después —”estás ocupando el sitio de un estudiante digno”— le instaron a abandonar sus estudios, su carácter la animó a querer “superar los obstáculos” y luchar contra el machismo instaurado. Quería ser mejor que sus compañeros varones, tanto en la escuela como en los deportes. “No es necesariamente satisfactorio, pero esta competencia me ha perseguido durante mucho tiempo”, reconoció.
61. Tabaco y Chanel. Es una fumadora empedernida. ¿Su marca favorita? Marlboro. También ha sido la gran musa de Karl Lagerfeld y de la maison Chanel.
62. Sin retoques. Está en contra de las cirugías estéticas. En una ocasión, declaró que respetaría “las arrugas y la vejez” y que no se sometería a la “dictadura” del bisturí. También ha explicado que, para ella, pensar en la belleza “es un aburrimiento”.
63. Ávida lectora. “Cuando era niña quería leer libros para adultos. Creo que es algo que les pasa a las chicas. Yo cogía libros de la biblioteca de mis padres sin entender nada desde la primera a la última línea”, explicó la princesa, pese a reconocer que sus padres “no eran grandes lectores”.
64. Se confiesa creyente. Heredó la fe de su madre, que nació en una familia irlandesa muy católica de Filadelfia.
65. Hasta el Elíseo. Una vez, François Mitterrand, Presidente de Francia, afirmó que Carolina no solo era una mujer muy bella, sino también una persona que “lo que más merece es ser amada”.