La Navidad es tiempo de reencuentros familiares y en estos días se ha producido uno muy esperado: el de la princesa Charlene con su marido, Alberto de Mónaco y sus dos hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, de 7 años. La esposa del soberano, de 43 años, se encuentra ingresada por voluntad propia en un centro de Europa, cuya ubicación no ha trascendido para respetar su privacidad donde se recupera del cansancio físico y emocional provocado por la larga convalecencia. El Príncipe ya había expresado en diferentes ocasiones que visitarían a la exdeportista "en cuanto fuera posible". Hace unas semanas, a través de un comunicado se explicaba desde el Palacio monegasco que "el príncipe Alberto y sus hijos la visitarán durante las vacaciones de Navidad". Ese deseado encuentro se produjo el día 23 de diciembre cuando el mayor deseo de la Princesa se hizo realidad, su amada familia la visitó y pudo, por fin, abrazar a sus gemelos después de 5 semanas sin verlos, tal y como informan desde la revista Bunte.
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Tras su regreso de Sudáfrica, donde se recuperaba de su infección otorrinolaringológica, al Principado el pasado 8 de noviembre, la princesa Charlene fue internada en una clínica privada para recuperarse de su agotamiento. Al comienzo de la terapia no se le permitió recibir visitas ya que el enfoque de su tratamiento estaba centrado en recuperar fuerzas. En un comunicado oficial del Palacio Principesco aseguraban el pasado día 23 de diciembre que la Princesa se estaba recuperando "de una manera satisfactoria y reconfortante", por lo que sus médicos dieron el visto bueno para que pudiera recibir la visita de sus familiares ya que eso sería positivo para su salud. Los mellizos tenían muchas ganas de ver a su madre, han dado muestras en diferentes ocasiones de lo mucho que la echaban de menos, así que le llevaron fotos, comieron con la Princesa, jugaron, rezaron juntos e incluso cantaron con ella.
Durante 4 horas disfrutaron juntos de un tiempo en familia, al terminar la visita Charlene se tuvo que separar con gran pena de sus hijos. Pero esa tristeza sería por poco tiempo ya que el domingo, día 2 de enero, Alberto de Mónaco, de 63 años, junto a los príncipes Jacques y Gabriella fueron nuevamente a ver a la Princesa en otra visita relámpago sorpresa, apuntan desde Bunte.
Desde su ingreso a principios de noviembre, Charlene no ha vuelto a Mónaco, aunque sí se ha pronunciado en algunas ocasiones como el pasado 10 de diciembre para felicitar a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, en el día de su séptimo cumpleaños con un mensaje con el que rompía su silencio por primera vez desde que se anunció que ingresaba de nuevo. "Feliz cumpleaños mis bebés. Gracias a Dios por bendecirme con unos niños tan maravillosos. Estoy realmente bendecida. Os amo, mamá", escribió junto a las instantáneas en las que se veía a los pequeños en pijama soplando las velas de su tarta. También quiso enviar sus mejores deseos en estas fechas tan entrañables y compartió una bonita y original felicitación en la que se podía ver a la familia retratados como si fueran una acuarela. La Princesa sigue con su tratamiento para recuperar la salud para, cuando se encuentre lo suficientemente fuerte, poder regresar a Mónaco junto a los suyos. Sin duda, el doble encuentro con su familia habrá supuesto una buena dosis de energía para ella.
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