“Charlene volverá a Mónaco antes de la Fiesta Nacional”, anunció el príncipe Alberto, en una entrevista, en el mes de octubre. Efectivamente, su mujer regresó al principado antes del Día Nacional monegasco, pero no pudo participar en el acto más importante en el calendario de los Grimaldi. Pocos días antes de la celebración, Palacio difundió un comunicado en el que informaba que la exnadadora olímpica, de cuarenta y tres años, se retira de la vida pública para “recuperar su salud”.
Charlene regresó a Mónaco el pasado 8 de noviembre, tras haber estado los últimos seis meses en Sudáfrica, su país natal, aquejada de una grave infección de oídos, nariz y garganta, que la obligó a permanecer en el continente africano sin poder volar en avión. Su vuelta a ‘la Roca’ hizo pensar a todos que ya se encontraba mejor de salud y que iba a reanudar de manera inminente su agenda de compromisos oficiales.
La princesa Carolina, una radiante abuela, salió a saludar a los monegascos junto a todos sus hijos, nueras y nietos
El comunicado de Palacio, pocos días antes del Día Nacional, acabó con esas expectativas y sembró nuevas dudas sobre el estado de la consorte. “Los príncipes han decidido que empieza un período de calma y descanso necesario para garantizar la mejor recuperación de la salud de la princesa. Teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud en los últimos meses, la princesa está actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, dándole tiempo a recuperarse de un estado de profunda fatiga general. Proteger su comodidad y privacidad es esencial para su recuperación, así que la ubicación de la princesa seguirá siendo estrictamente confidencial”, informaron.
Poco después, el propio príncipe Alberto confirmó que Charlene no está en Mónaco: “No está en el principado, pero podremos visitarla muy pronto. No puedo decir más por discreción”, aclaró a “Monaco Matin”. También arrojó algo de luz sobre la salud de su mujer: “Está mejor, pero todavía necesita descanso y paz. Hay fatiga, no solo física, que solo se puede tratar con un período de descanso y seguimiento”, explicó.
Charlene: Toda la verdad sobre su salud, contada por Alberto
Los rumores sobre Charlene han sido tan insistentes en las últimas semanas que, el mismo Día de la Fiesta Nacional, la revista People publicó una entrevista con el príncipe Alberto en la que el monarca intentó aclarar, todavía más, la situación de su mujer. Pero, lejos de tranquilizar, sus palabras han avivado todo tipo de rumores. Según Alberto, la princesa está recibiendo tratamiento en una clínica “fuera de Mónaco”. “Estaba abrumada y no podía afrontar los deberes oficiales, la vida en general ni la vida familiar”, explicó a la publicación americana. “Esto no es Covid, no tiene relación con un cáncer y tampoco tiene relación con una cirugía estética”, añadió. “Esto tampoco tiene nada que ver con nuestra relación. No es un problema entre marido y mujer, es de naturaleza diferente”.
“Jacques y Gabriella saben que su madre estaba cansada. Que no era del todo ella misma. Les dije que necesita algo de tiempo para descansar y lo han entendido”, ha revelado Alberto
Sin dar un nombre exacto a la enfermedad que aqueja a la princesa, Alberto se refirió a un agotamiento emocional: “Puedo decir que estaba sufriendo una fatiga increíble. No podía dormir bien durante varios días, no estaba comiendo bien tampoco. Ha perdido mucho peso, lo que la hace más vulnerable a enfermedades como catarro, gripe o, Dios nos libre, COVID”, desveló el príncipe, que achacó en parte este malestar a las secuelas de la infección que sufrió su mujer en África y a las cirugías a las que se tuvo que someter allí. La decisión del ingreso hospitalario de la princesa la tomaron cuando el soberano volvió de su reciente viaje oficial a Dubái: “Ella ya lo había decidido y solo queríamos que lo confirmara delante de nosotros. Ella lo quería así. Ya sabía que lo mejor que podía hacer era irse, descansar y recibir el tratamiento médico adecuado”, contó Alberto.
“No se trata de covid, ni de cáncer, ni de un problema en nuestro matrimonio. Tampoco está relacionado con una cirugía plástica”
‘Te echamos de menos, mami’
“Mis hijos, Jacques y Gabriella, saben que ella estaba cansada. Que no era del todo ella misma. Les dije que necesita algo de tiempo para descansar y que ahora está en un lugar no muy lejano, que podemos ir a verla algún día. Ellos lo entendieron”, explicó el príncipe. Los mellizos Jacques y Gabriella cumplirán siete años el 10 de diciembre y no se sabe si, ese día, la princesa podrá celebrar esta fecha tan importante con ellos. Desde el balcón del palacio Grimaldi, los pequeños mostraron dos pancartas hechas a mano por ellos mismos en las que se podía leer “Te echamos de menos, mami” y “Te queremos”.
El príncipe Alberto también desveló en su entrevista a People cómo se encuentra él: “Por supuesto, estoy triste, pero sé que está en un buen lugar ahora”, reconoció.
Duelo de estilo
En medio de tanta incertidumbre, el príncipe Alberto celebró el Día Nacional arropado por toda su familia: sus hermanas, las princesas Carolina y Estefanía, y sus sobrinos, Pierre Casiraghi, con su esposa, Beatrice Borromeo; Andrea Casiraghi, con Tatiana Santo Domingo; Carlota Casiraghi; Alexandra de Hannover; Louis Ducruet, con su mujer, Marie; Pauline Ducruet, y Camille Gottlieb. También participaron los hermanos de Charlene, Sean y Gareth Wittstock.
La familia principesca al completo participó en la Misa de acción de gracias y en el tedeum en la catedral, oficiado por el arzobispo del pequeño país, monseñor Dominique-Marie David. Luego, los Grimaldi hicieron su tradicional aparición en los balcones del palacio principesco.
“No podía afrontar los deberes oficiales, la vida en general ni la vida familiar”
Las mujeres de la familia volvieron a dar una lección de elegancia. La princesa Carolina llevó un traje de Chanel de dos piezas en tweed negro embellecido, con bordados de pedrería, mientras que su hija Carlota Casiraghi sorprendió con un original vestido-abrigo de efecto acolchado, con cinturón y cuello alzado, también de Chanel. Beatrice Borromeo, mujer de Pierre Casiraghi, destacó con un total look de la maison Dior, estilo New Look, insignia de la firma: sombrero en blanco y negro, abrigo largo con cinturón y salones destalonados. Tatiana Santo Domingo, mujer de Andrea, optó por una falda midi de encaje negra, blazer con bolsillos vistos y camisa blanca debajo. Por su parte, la princesa Alexandra de Hannover, hija pequeña de Carolina, tomó prestado del armario de su madre un abrigo rojo de Chanel con ribetes metálicos. Debajo, lució un sobrio vestido negro por debajo de la rodilla.
Carolina salió a saludar a los monegascos con sus cuatro hijos, Carlota, Andrea, Pierre y Alexandra, y sus nietos. El hijo mayor de Carlota, Raphaël (que el próximo mes de diciembre cumplirá ocho años), se mostró muy curioso junto a sus primos Sasha, de ocho años; India, de seis, y Maximilian, de tres, que son los hijos de Andrea y Tatiana. En el balcón también se pudo ver a Stefano, de cuatro años, y Francesco, de tres, hijos de Pierre y Beatrice, que están muy cambiados. La presencia de las nuevas generaciones Grimaldi ayudó a aliviar las tensiones en un día marcado por la ausencia de Charlene.