La gran ausencia del Día Nacional de Mónaco fue, sin duda alguna, la princesa Charlene, que, por primera vez, no estaba junto al resto de miembros de la familia Grimaldi para celebrar una jornada tan especial. La Princesa volvió a Mónaco el pasado día 8 noviembre, tras 6 meses en Sudáfrica donde se recuperaba de una infección en garganta, oído y nariz, pero de nuevo ha tenido que marcharse del Principado por motivos de salud a un lugar de Europa que no se ha desvelado para presenvar su intimidad. Su marido, Alberto de Mónaco, ha querido explicar el proceso que está atravesando Charlene para también atajar, de nuevo, las especulaciones en torno a la salud de su mujer y a la pareja. En una entrevista que ha concedido en exclusiva a la revista norteamericana People ha negado todos los rumores que han surgido, en especial, el más extendido, el de una crisis matrimonial. "Esto no es Covid y no está relacionado con un cáncer. No es una cuestión de relaciones personales y si queréis discutir sobre otra especulación, no está relacionado con la cirugía plástica", ha zanjado insistiendo una vez más en que la naturaleza de estos problemas nada tiene que ver con su matrimonio.
En la citada entrevista, el Príncipe soberano de Mónaco ha explicado que la Princesa, de 43 años, está sufriendo un profundo "agotamiento, tanto emocional como físico". Ese es el motivo por el que han tomado la determinación de buscar atención médica pocos días después de su regreso a Mónaco y la razón por le ha hecho volver a alejarse de su familia. Una decisión que fue tomada conjuntamente por la pareja, asistida por los hermanos de Charlene, lo que refuerza la idea de que son un matrimonio bien avenido que tratan de buscar soluciones de manera unánime buscando el bien del otro, algo que también disiparía las dudas sobre una posible crisis entre ellos.
Estos rumores surgidos en torno a la pareja no son nuevos. El pasado mes de octubre, Charlene tuvo que someterse a una tercera cirugía y estar en observación durante 48 horas. Desde que la exnadadora llegó a Sudáfrica se había hablado de un distanciamiento entre ambos y el hecho de que el Príncipe continuara con su agencia oficial y no estuviera al lado de su mujer en un momento así avivó de nuevo estas especulaciones que el propio Alberto ya ha querido desmentir en varias ocasiones.
Es raro que un príncipe hable de su vida personal con medios de comunicación, pero cansado de las especulaciones que circulaban, el pasado mes de septiembre, el heredero monegasco se vio obligado a abordarlas para zanjarlas y acallar las habladurías. "¡No se fue de Mónaco enfadada!", declaró también a People. Y afirmó que la Princesa no se marchó porque estuviera enojada con él o con cualquier otra persona, sino que "iba a viajar a Sudáfrica para reevaluar el trabajo de su Fundación allí y tomarse un tiempo libre con su hermano y algunos amigos", añadió. También insistió en que "ella no se exilió, fue solo fue un problema médico que tuvo que tratarse", pronunciándose abiertamente sobre los rumores.
Estas declaraciones de Alberto de Mónaco llegaban pocas semanas después de su viaje a Sudáfrica, el pasado mes de agosto, con los príncipes Jacques y Gabriella, de seis años, cuando el soberano monegasco pudo reencontrarse con la princesa Charlene y esta compartió su felicidad con todos sus seguidores. "Estoy muy emocionada de tener a mi familia de vuelta conmigo", aseguró la Princesa junto a unas entrañables instantáneas. Y como una imagen vale más que mil palabras, con ese viaje y esas fotografías, donde algunos creyeron detectar cierta friladad entre el matrimonio, la pareja monegasca volvió a alejar las especulaciones sobre un posible distanciamiento entre ambos.
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