La primera dama de Mónaco continúa retenida en Sudáfrica por razones médicas . Han pasado cuatro meses desde que sufriera una infección de nariz, oído y garganta —previamente se había sometido a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo— y los problemas de la princesa persisten tras la última operación. La pasada semana (1 de septiembre) tuvo que ser ingresada de urgencia en el hospital Netcare Alberlito Ballito, en KwaZulu-Natal, cerca de Durban, después de perder el conocimiento debido a complicaciones de su afección.
News24 lanzó la noticia: Charlene permanece ingresada con un nombre falso para evitar las filtraciones a la prensa. Y, a las pocas horas, palacio lo confirmó con un nuevo comunicado: “Su Alteza está siendo acompañada de cerca por su equipo médico, que ha afirmado que su estado de salud es tranquilizador”. Tras este último susto y, aunque ha recibido el alta, no se sabe si podrá regresar a casa en la fecha que había avanzado —finales de octubre—, aunque, como dijo su marido a People horas antes de conocerse la noticia, está “ansiosa” y “lista para volver”.