Poco antes de las diez de la mañana y acompañados por su padre, Alberto de Mónaco, los príncipes Jacques y Gabriella, de seis años, llegaban a pie hasta la escuela François d'Assise-Nicolas Barré, tal y como ha publicado el diario Monaco Matin, para asistir a su primer día de clase. Se trata de un colegio católico privado enclavado en la Roca, donde los príncipes monegascos continuarán su escolarización. Los mellizos, vestidos con el uniforme y sendas mascarillas - Jacques con pantalón largo negro y polo granate, y Gabriella con el mismo polo pero con una falda y como accesorio en el pelo, una diadema-, pudieron conocer a su profesora y a sus nuevos compañeros. A pesar de su corta edad, los pequeños se han mostrado muy formales, atendiendo las indicaciones de su padre, así como del resto de docentes a su llegada al centro.
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-Vuelve la preocupación por el estado de salud de Charlene de Mónaco
Ha sido un día especial para Jacques y Gabriella que ha estado marcado por los nervios propios del primer día y la ausencia de su madre, la princesa Charlene. La esposa de Alberto de Mónaco continúa su recuperación en Sudáfrica, después de haber sufrido un inesperado pero puntual ingreso hospitalario. El Palacio informó a través de un comunicado que la Princesa sufrió un desmayo el pasado 1 de septiembre, derivado de su grave dolencia, aunque su estado no es preocupante. En pleno periodo de recuperación de la infección severa de oídos, nariz y garganta que padece, Charlene sufrió este inesperado contratiempo que prolonga su estancia lejos del Principado. En nuestra retina permanecen las cariñosas imágenes de años anteriores de Charlene despidiendo a sus hijos en su primer día de colegio. Unas fotografías que este año no han podido producirse debido a la justificada ausencia de la cuñada de Estefanía y Carolina de Mónaco.
El último ingreso hospitalario de Charlene se produjo apenas una semana después de despedirse de su marido y sus hijos, quienes le hicieron una visita en Sudáfica. Un esperado reencuentro que ella misma compartió visiblemente emocionada. De hecho, días después de su regreso el príncipe Alberto se mostraba optimista con la recuperación de su esposa, que tuvo que ser intervenida quirúrgucamente hasta en dos ocasiones. "Charlene de Mónaco está impaciente por volver a casa y espera poder volver a reunirse con su familia, esta vez en Mónaco, antes de lo esperado", eran las palabras de Alberto de Mónaco antes de que la Princesa sufriera un desmayo. El soberano monegasco confiaba en que el regreso fuese este mismo mes y no a finales de octubre como se preveía, pero el viaje tendrá que esperar y por el momento seguirá lejos de su familia hasta que los médicos así lo decidan y pueda volver a Mónaco.
A la espera de su ansiado regreso, el príncipe Alberto sigue su vida normal en el Principado y goza de la compañía de sus hijos Jacques y Gabriella, con quienes viajó a Irlanda antes de su vuelta a las aulas. Alberto de Mónaco se desplazó junto a los pequeños a este país al que le unen fuertes vínculos familiares por los antepasados de su madre. La presencia del soberano monegasco marcó el 60 aniversario de la visita de Estado de sus padres, Rainiero y Grace Kelly, a Irlanda en 1961 y diez años de su primer viaje oficial a este país en 2011. "Es un gran placer para mí seguir los pasos de mi madre, que tenía un profundo afecto por esta tierra", declaró con orgullo Alberto de Mónaco durante su discurso solemne en el Trinity College de Dublín.