Nunca antes una princesa consorte monegasca había estado alejada durante tanto tiempo del principado y de sus deberes reales. Charlene de Mónaco lleva desde comienzos de año sin pisar su reino. Su último acto oficial y público en La Roca fue en el mes de enero. En marzo, la exnadadora olímpica viajó sola a su país de origen, Sudáfrica, para asistir al funeral del Rey de los zulúes. En mayo, inició un safari de doce días por su tierra natal para denunciar la caza ilegal de rinocerontes. Entonces, contrajo una grave infección de oídos, nariz y garganta que le impidió volver a Palacio. “Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre”, explicó recientemente. Mientras tanto, el príncipe Alberto intenta hacer vida normal en el principado y goza de la compañía de sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella, de seis años.
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La difícil situación que atraviesa el matrimonio ha avivado los rumores y las especulaciones. “Mis conversaciones diarias con Alberto y los niños me ayudan mucho a mantener el ánimo, pero echo de menos estar con ellos”, ha dicho Charlene en estos meses de ausencia para zanjar cualquier duda respecto a la relación que tiene con su marido. El pasado 13 de agosto, tuvo que ser operada por segunda vez debido a su infección. Fueron cuatro horas de intervención con anestesia general. “El príncipe Alberto y sus hijos, el príncipe heredero Jacques y la princesa Gabriella, se unirán a ella durante su período de recuperación”, anunció Palacio.
“Estoy muy emocionada de tener a mi familia de vuelta conmigo”, ha dicho la princesa, a quien no se ha visto en Mónaco desde comienzos de año
Hace unos días, el príncipe Alberto y sus hijos visitaron a la princesa. Charlene compartió con en sus redes algunas imágenes del esperado reencuentro en África: dándose un abrazo con su marido, pasándole el brazo por encima y apoyando la cabeza sobre su hombro. Sin duda, un claro mensaje de unión familiar en medio de la tormenta mediática. Las fotos del reencuentro muestran a una Charlene visiblemente más delgada y frágil. Muchos han centrado su atención en el deteriorado estado físico que muestra la antigua deportista olímpica. Las consecuencias de sus problemas de salud están a la vista: ha perdido peso y tiene cierto aspecto de agotamiento.
Alberto y Charlene posaron abrazados para desmentir los rumores. Nunca antes una consorte monegasca había estado alejada durante tanto tiempo del principado
Las instantáneas también dejan a la vista la última travesura de la pequeña Gabriella, que ha aprovechado la ausencia de su madre para hacerse ella misma un corte de pelo. “Lo siento, mi bella, hice todo lo posible para arreglarlo”, comentó Charlene con humor. “Estoy muy emocionada de tener a mi familia de vuelta conmigo”, aseguró.
La princesa Gabriella, de seis años, fue la otra gran protagonista del posado. La pequeña aprovechó los meses de ausencia de su madre para cortarse ella misma el pelo
Según la prensa internacional, Alberto de Mónaco y los mellizos Jacques y Gabriella ya se encuentran de vuelta en el principado. Habrían estado unos días junto a Charlene, pero ya estarían de nuevo en La Roca. Pese a los intentos de la pareja, las especulaciones no cesan. El mundo está pendiente del estado de salud de la princesa.