Los últimos meses no están siendo nada fáciles para los Príncipes de Mónaco, ya que la princesa Charlene lleva desde el mes de mayo luchando contra una grave infección de oído, nariz y garganta que le ha impedido abandonar Sudáfrica, país al que llegó en marzo para asistir, entre otras cosas, al funeral del rey de los zulúes. Después de un tiempo de especulaciones en torno a sus ausencias, incluso estuvieron separados cuando se celebraban sus diez años de matrimonio, la Princesa contó a través de un amargo comunicado lo complicado que está resultando para ella este tiempo. Ahora, el gabinete de información del príncipe Alberto comunica que la Princesa podría estar un paso más cerca de la recuperación, ya que se enfrenta, hoy mismo, a una nueva operación que durará cuatro horas y tras la que contará con el apoyo de su familia.
"La princesa Charlene se someterá a una operación hoy, viernes 13 de agosto, de cuatro horas bajo anestesia general. El príncipe Alberto y sus hijos, el príncipe heredero Jacques y la princesa Gabriella se unirán a ella durante su período de recuperación", cuenta el comunicado. Una información que se esperaba ya que la propia Charlene advirtió hace unas semanas que todavía tendría que someterse a otra operación antes de regresar a casa en otoño. "Se necesita tiempo para abordar el problema que estoy teniendo. No puedo forzar la curación, así que estaré en Sudáfrica hasta finales de octubre", contó a Sudáfrica Radio 702.
Charlene de Mónaco: todas las claves de una declaración inesperada
Ha sido ella misma a través de declaraciones que ha ido haciendo durante su estancia en su país natal, la que ha contado cómo comenzó este problema. El origen fue una intervención en la boca en la que le elevaron el seno maxilar, un procedimiento habitual previo a la colocación de un implante. Esta operación tuvo lugar antes del viaje a su país natal y no fue consciente de que tenía una grave infección hasta que comenzó a sufrir un fuerte dolor de oídos que la obligó a visitar a un especialista ya en el país africano. Tras ser diagnosticada, se concluyó que no podía coger un avión de regreso a Mónaco ya que la presión de los oídos no se igualaría por lo que no podría soportar un vuelo por encima de los 20.000 pies de altura.
La familia unida
El comunicado añade otra información clave: el príncipe Alberto y los mellizos, Jacques y Gabriella, estarán junto a Charlene durante su recuperación. Lo que todavía no ha trascendido es cómo se materializará ese apoyo ya que, según sus palabras, la Princesa todavía le quedan por delante dos meses en Sudáfrica. Así todo apunta a que el jefe del Estado monegasco hará viajes puntuales, como ha hecho hasta ahora en compañía de sus hijos y, en ocasiones, acompañado también por alguno de los hermanos de Charlene y su familia. Durante este tiempo marcado por la ausencia de Charlene (su último acto público en Mónaco fue el pasado 27 de enero cuando asistió a la misa de Santa Devota), Alberto de Mónaco ha convertido a sus hijos en su mano derecha, demostrando que cada vez están más presentes en la vida del país. Mientras la Princesa sigue desde allí luchando en la guerra que la ha declarado a la caza furtiva y ha prestado su imagen para esta causa de protección de la vida salvaje. Una iniciativa en la que cuenta con el apoyo de su marido ya que el Principe es uno de los jefes de Estado más combativos e implicados en la conservación del medio ambiente.