Charlene de Mónaco continúa en Sudáfrica recuperándose de una infección severa en la nariz, los oídos y la garganta. Una complicada dolencia que le impide regresar a Mónaco de donde salió hace unos tres meses para embarcarse en un proyecto medioambiental para la protección de los rinocerontes en su país natal. Esta prolongada ausencia no ha hecho más que resucitar viejos fantasmas y avivar las especulaciones de algunos medios de comunicación, como Ici Paris y Bunte, que apuntan a una posible separación del príncipe Alberto. No es la primera vez que la pareja hace frente a este tipo de rumores, pero la diferencia es que en esta ocasión es la propia Charlene la que está dando respuesta en primera persona a los motivos de su ausencia del Principado. En una entrevista al canal sudafricano News24 ha revelado nuevos detalles de su enfermedad, entre ellos, la razón por la que no se recomienda un traslado a Mónaco.
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Charlene de Mónaco: todas las claves de una declaración inesperada
Según ha explicado, todo empezó cuando se sometió a una intervención en la boca: la elevación del seno maxilar, un procedimiento habitual previo a la colocación de un implante. Esta operación tuvo lugar antes del viaje a Sudáfrica y no fue consciente de que tenía una grave infección hasta que comenzó a sufrir un fortísimo dolor de oídos que la obligó a visitar a un especialista ya en el país africano. La razón por la que no continúa su recuperación junto a su familia es que la presión de los oídos "no se igualaría" por lo que no podría soportar un vuelo por encima de los 20.000 pies de altura. También ha reiterado lo mucho que echa de menos a su "marido, niños y perritos". Afortunadamente, su familia pronto irá a visitarla, tal como ha confirmado en la entrevista.
Tanto su marido como sus hijos ya estuvieron con ella en Sudáfrica hace unas semanas, pero fue inevitable que la pareja pasase su décimo aniversario separada. A pesar de la distancia, la Princesa mantiene un contacto constante con sus hijos, Jacques y Gabriella, a través de videollamadas como ha mostrado en una reciente publicación. También ha lanzado varios mensajes insistiendo en lo duro que está resultando estar alejada de Alberto de Mónaco y de los niños. Poco después de su aniversario aseguraba al mismo medio: "Lo que ha sido extremadamente difícil es que me dijo el equipo médico que no podía volver para mi décimo aniversario de boda. Alberto es el principal pilar de mi vida y mi fuerza, sin su amor y apoyo no habría podido superar este momento tan doloroso".
Charlene de Mónaco, aún es Sudáfrica, más cariñosa que nunca con su marido
A pesar de estos mensajes de cariño tan inusuales, los titulares de varios medios de comunicación europeos apuntan en otra dirección. La revista alemana Bunte sostiene que la enfermedad no es lo único que retiene a Charlene de Mónaco en Sudáfrica. Según esta publicación, la causa de los rinocerontes no es lo que la llevó a su país, sino que ya se encontraba allí cuando falleció el rey zulú Goodwill Zuelithini, y es precisamente al fallecido soberano del grupo étnico más numeroso del país al que el ha dedicado su última publicación en su cuenta oficial. Lo cierto es que la última vez que participó en un acto público en el Principado fue en enero coincidiendo con la festividad de Santa Devota. A la marcha de la Princesa, ahora prolongada por su enfermedad, se une que, según ha averiguado Bunte, Claude Palmero, un administrador de activos muy cercano a Alberto de Mónaco está vinculado a una empresa de bienes raíces con sede en Malta, propiedad de Gareth Wittstock, hermano de Charlene, que planea expandirse en Sudáfrica. Esto indicaría, según especula la publicación alemana, a que planean adquirir inmuebles en el país, lo que podría dar a entender que la compañía con sede en Malta está encaminada a gestionar las propiedades de la familia Wittstock en Sudáfrica, donde el medio alemán apunta que querría construir su futuro tras la supuesta separación.
Según la revista alemana, Charlene corrobora a sus amigos su intención de llevar a cabo más proyectos en su país natal. Sin embargo, nada de esto se desprende de las declaraciones públicas de la princesa, hechas en clave más personal que nunca y siempre con palabras de cariño hacia su marido. Aunque el anuncio de su enfermedad lo realizó el Palacio Grimaldi como es habitual, cuando tuvo que explicar que su recuperación se alargaba más de lo esperado y que no podría estar con el Príncipe en su décimo aniversario de boda lo hizo con un comunicado a través de su propia fundación. "Alberto y yo no teníamos otra opción que seguir las instrucciones del equipo médico, a pesar de que resulte difícil. Él está siendo un apoyo increíble (...) Mis conversaciones diarias con Alberto y con los niños me ayudan inmensamente a mantener el ánimo, pero echo de menos estar con ellos. Fue especial que mi familia me visitara en Sudáfrica y fue realmente maravilloso verles. No puedo esperar a reencontrarme con ellos", expresaba en el insólito comunicado.
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