Este viernes 2 de julio era un día muy importante para Alberto de Mónaco ya que se cumplían diez años de su boda con Charlene de Mónaco, un aniversario que han pasado separados ya que ella, por problemas de salud, se encuentra en su Sudáfrica natal. Mientras la madre de los mellizos Jacques y Gabriella se recupera, el soberano mantiene su agenda oficial, que en esta ocasión le llevaba a una de las citas más esperadas del deporte: el Concurso Internacional de Salto de Montecarlo. A este acto no acudió solo, le acompañó su sobrina, Carlota Casiraghi, quien se convirtió en la gran protagonista puesto que este evento supone su regreso público al Principado. Cabe recordar que a la hija de la princesa Carolina de Móanco no la veíamos en su país desde hace doce meses, cuando se reunió con los Grimaldi para el funeral por Elizabeth-Ann de Massy, sobrina de Rainiero de Mónaco.
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En este regreso al Principado y con la bahía del puerto de Hércules como telón de fondo, la hermana de Andrea y Pierre Casiraghi lució un conjunto de falda y top de manga larga, ambas piezas en tweed de color blanco, a juego con las sandalias. Con este color, además, ha hecho un guiño a su etapa como amazona ya que es el tono que predominaba en su propia ropa de equitación. El recuerdo de esa etapa deportiva sigue, sin duda alguna, muy presente tal y como quedó reflejado con varios gestos. Carlota acarició muy cariñosa a uno de los caballos que participaba en la competición y al entregar una copa la observó atentamente con una mirada de melancolía. Además, se mostró muy cercana con el equipo Virtus, vencedor de la Longines Pro-Am Cup Monaco y compuesto por Valentine Platini y Vanessa Barea así como con los equipos monegascos que van a competir en Portugal.
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Carlota Casiraghi, que recientemente celebraba su segundo aniversario de boda con Dimitri Rassam (se casaron primero por lo civil y días más tarde en una boda religiosa), pasa la mayor parte del tiempo en París. Sin embargo, ha querido volver a Mónaco para apoyar a la hípica, un deporte al que está estrechamente vinculada. Cabe recordar que la nieta de Grace Kelly, con la que guarda un asombroso parecido, ha desarrollado durante años una carrera como amazona que le ha llevado a participar en diferentes circuitos ecuestres, incluido el se está disputando en el Principado hasta este sábado tres de julio (comenzó el primer día de mes) y que lleva ya quince años celebrándose en este enclave. Además, la hija de la princesa de Hannover es desde 2010 presidenta honoraria del Concurso Internacional de Salto de Montecarlo.
Apoyo firme a la Filosofía
No ha sido hasta ahora cuando Carlota, que lleva una vida discreta en la capital gala, ha retomado su agenda con los Grimaldi, pero su regreso a Mónaco se produjo días atrás. En su vuelta al Principado participó en la entrega de premios de los Encuentros Filosóficos de Mónaco (fundados por ella misma) en el Oceanográfico y también habló en televisión de esta temática que tanto le apasiona y que promueve con diferentes iniciativas. De hecho, semanas antes del comienzo de la crisis sanitaria anunciaba que había vuelto a reanudar sus estudios universitarios de Filosofía a pesar de que su agenda está completa con sus compromisos profesionales y con sus dos pequeños, Raphaël Elmaleh -nacido a finales de 2013 durante su relación con el actor Gad Elmaleh- y Balthazar Rassam.