Es una imagen cada vez más frecuente. El balcón del Palacio Grimaldi acaparado por la viveza y espontaneidad de Jacques y Gabriella de Mónaco que, a sus seis años, lo tienen todo para atraer a los flashes en un escenario en el que los niños siempre ha tenido un gran protagonismo. Sin embargo, sus sonrisas, los gestos de cariño a su padre, el príncipe Alberto, o la naturalidad con la que ya dominan la escena pública en los actos en los que por su edad pueden participar hacen que su protagonismo vaya en aumento.
La creciente popularidad de los jóvenes príncipes que, a medida que avanza su formación irán ganando más peso institucional, coincide con la prolongada ausencia de su madre de la vida pública. A pesar de ser la esposa del jefe de la casa real monegasca, Charlene de Mónaco siempre ha mantenido un perfil bajo en sus obligaciones institucionales y ha preferido disfrutar de su faceta más personal y familiar. Sin embargo, en esta ocasión, cuando lleva desde el mes de enero sin participar en ningún acto en el Principado, la propia Princesa ha querido dar explicaciones a través de un comunicado emitido por su Fundación en el que explica que permanece en Sudáfrica, su país natal, para ser tratada de una infección severa. A pesar de la lógica preocupación, la agenda institucional continúa y el día de San Juan, Alberto de Mónaco volvía a aparecer con sus hijos para celebrar la efeméride, unos niños que, cada vez más, son la cara del Principado y la mano de derecha de su padre
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Para Jacques y Gabriella de Mónaco, el balcón del Palacio Grimaldi ha sido un escenario clave en su vida desde antes de que tuvieran uso de razón. Sus padres, felices y sin poder apartar la mirada de sus mellizos, posaban con ellos el 7 de enero de 2015, apenas un mes después de su nacimiento. Desde entonces hasta ahora, la simpatía y ternura propia de los niños han encandilado a la opinión pública, que ya espera como una tradición más su despliegue de espontaneídad cada vez que un compromiso institucional hace un hueco a los más pequeños de los Grimaldi
Charlene de Mónaco describe a sus mellizos: 'Jacques es el jefe y Gabriella es la real princesa'
El Día Nacional de Mónaco es uno de los que están marcados en rojo en el calendario de los Grimaldi y de las pocas ocasiones que aún suelen reunir a toda la familia. Año tras año, el saludo desde el balcón de Alberto y Charlene de Mónaco ha ido delatando cómo los príncipes Jacques y Gabriella acaparaban cada vez más flashes, y su madre parecía cada vez más cómoda en un segundo plano. Mientras que la Princesa minimizaba su presencia institucional, se mostraba, sin embargo, muy activa compartiendo algunos de los mejores momentos con sus hijos a través de su perfil público. Cumpleaños, vacaciones... la divertida ventana a su intimidad familiar que mostraba Charlene contribuía también a acercar a los ciudadanos a los ya de por sí muy queridos Jacques y Gabriella de Mónaco
Las reuniones familiares, con motivo, por ejemplo, de su cita con el Festival Internacional de Circo de Mónaco, no entran dentro de sus planes predilectos y la ausencia de Charlene de Mónaco acabó por ser habitual en la foto. No obstante, no es la primera de la familia Grimaldi en hacer una costumbre de sus ausencias temporales. Carolina y Estefanía de Mónaco también solían desaparecer de la vida pública temporalmente y, como en este caso, sus hijos también fueron los favoritos de las cámaras en más de una ocasión. Ahora que en la familia los únicos niños son Jacques y Gabriella lo tienen fácil, pero ellos también han puesto siempre mucho de su parte para ganarse toda la atención
La festividad de Santa Devota, en enero de 2021, fue la última vez que la princesa Charlene participó en un acto en Mónaco. De nuevo, su figura, siempre elegante y pendiente de los niños, queda en un discreto segundo plano, mientras Jacques y Gabriella destilan entusiasmo con cada una de las costumbres del Principado. Pocos meses después, un viaje a Sudáfrica, del que aún no ha vuelto, la alejaba de nuevo de los focos. Allí, participaba en un proyecto contra la caza furtiva del rinoceronte hasta que su salud le jugaba una mala pasada. Entre tanto, sus hijos han seguido haciendo de fieles escuderos de su padre, igual que en su momento Alberto de Mónaco hiciera con el suyo, el príncipe Rainiero. Además, en estos meses también han podido hacer una visita a la princesa Charlene en Sudáfrica. Los pequeños han disfrutado de la compañía de su madre que calificaba el encuentro como "maravilloso" en el comunicado de su Fundación a través del cual ha informado sobre su estado de salud
Si ha habido una faceta de Charlene de Mónaco ha tratado de mantener, es la de deportista y sus mejores admiradores siempre han sido sus hijos y su marido. Así, vestidos a juego, los tres juntos animaban a la Princesa en uno de los complicados retos organizados por su fundación. Se trata de una competición en bicicleta acuática siempre con fines benéficos, en la que la exnadadora reina en el mar y sus hijos en tierra firme mientras alucinan con la hazaña de su madre
Jacques y Gabriella de Mónaco, los mayores fans de su madre ante su gran reto
El pasado 23 de mayo tuvo lugar en Mónaco el Gran Premio de Fórmula 1, una de las citas históricas del Príncipado ya que esta competición tiene lugar desde 1929. La princesa Charlene tuvo que excusar su ausencia, mediante un comunicado de Palacio, debido a que había contraído la infección que la mantiene aún en tratamiento. A buen seguro que con el pensamiento en Sudáfrica, donde se recupera la Princesa, Alberto de Mónaco y sus hijos acudían como cada año a las carreras. Allí, además de disfrutar del motor, un mundo que tradicionalmente ha apasionado a la mayoría de los príncipes Grimaldi, pudieron participar en alguna iniciativa ideal para los más pequeños, como pintar utilizando neumáticos a modo de pinceles
A pesar del difícil momento que atraviesa la familia, muy pendientes de la evolución de la princesa Charlene, Alberto de Mónaco continúa con su agenda tratando de transmitir tranquilidad y normalidad a su hijos. Con ellos ha acudido recientemente al World Rugby Sevens, torneo preolímpico celebrado en el Estadio Luis II del Principado y en el que diferentes países luchan por conseguir un billete para los próximos JJ.OO. de Tokio. Como es habitual, Jacques y Gabriella exprimieron la cita deportiva al máximo, se hicieron las fotos más divertidas con la mascota del torneo y demostraron que ya apuntan más que maneras para convertirse en el futuro del Principado y en su cara más visible