Vuelven a sonar campanas de boda para la familia Grimaldi. Tras los matrimonios más recientes, el de su prima Carlota Casiraghi con Dimitri Rassam, y el de su hermano, Louis Ducruet con Marie Chevalier, Pauline pide paso.
La hija mayor de la princesa Estefanía acaba de presentar ‘oficialmente’ a su novio Maxime Giaccardi durante el desfile de modas Amber Lounge, en Mónaco.
Tiene 27 años, está muy enamorada, su carrera profesional como diseñadora de moda va viento en popa y ya no se esconde, después de muchos años de relación.
“Feliz cumpleaños a este pequeño tornado, mi mejor amiga y el amor de mi vida”
Las primeras imágenes de la pareja se remontan a 2012, hace exactamente ocho años, aunque han ido paso a paso en su noviazgo. De los mejores amigos a pareja inseparable.
En 2013, Giaccardi comenzó a tener una presencia constante en la “vida virtual” de la joven Grimaldi. Se movían en el mismo círculo y tenían amigos comunes. En 2016, Pauline lo calificaba como mi mejor amigo, mi hermano, mi alma gemela. Y, en 2017, en cambio de turno, era su novio el que la llamaba “mi otra mitad” y la cogía en brazos.
En estos últimos cuatro años los hemos visto compartiendo momentos en París, Mykonos, Capri, St-Tropez, Nueva York, los Hamptons, Los Ángeles, Dubai, Londres… Y Mónaco, donde confirmaron que su relación va muy en serio. Primero, con un mensaje que coincidió con el 27º aniversario de Pauline, el 4 de mayo: “Feliz cumpleaños a este pequeño tornado, mi mejor amiga y el amor de mi vida”, escribía su novio, Maxime Giaccardi. Y, días después con una gran puesta en escena ante las cámaras.
¿Qué sabemos de Maxime Giaccardi?
Nació en Mónaco, pasó por la facultad de Derecho, tiene su base en Montecarlo, y su línea de negocios es amplia e internacional.
En 2017, fundó Oblivion Lifestyle Management, una empresa de servicio y asistencia al más alto nivel para vacaciones a medida o viajes de negocios, que ofrece, además, desde servicios de guardaespaldas a alquiler de aviones privados y coches de lujo y, por supuesto, entradas para eventos VIP como la FIFA World Cup o el premio de Fórmula 1 de Mónaco.
Giaccardi es también uno de los representantes de superyates Shoreside Support y el gerente y fundador de Infinity Homes, una agencia inmobiliaria de lujo enfocada en mansiones, villas y pisos exclusivos (fuera del mercado), oficinas en Mónaco y la Costa azul. Asimismo, y desde marzo, es copropietario, además, de Mezze Kitchen, un restaurante de cocina libanesa en Mónaco, que “representa la dulzura de la vida libanesa”, y a los libaneses modernos en Mónaco.
De Intrépida domadora de elefantes a una vida a la sombra
Pauline siempre ha llevado una vida a la sombra -más discreta que su prima, Carlota Casiraghi-, pero parece que esto está a punto de cambiar.
La hija de la princesa Estefanía parece reclamar su sitio como la próxima novia de Mónaco, después de haberse posicionado como diseñadora con Alter Designs . Firma que lanzó en París, en 2018, abrazando el lema de: “Transformar la ropa, trasformar la sociedad” para traspasar las barreras de género.
Pauline llegó a hacer celebrados pinitos como artista circense con un arriesgado número de doma con la elefanta Patma cuando era una niña, perteneció al equipo Nacional de Gimnasia, fue esperanza del Equipo Olímpico de Mónaco, en la disciplina de salto, pero el mundo de la moda es su rumbo. Estudió en el Instituto Marangoni de París y en la Parson School of Design de Nueva York y este es el camino.
Los primeros besos en público
Casi al mismo tiempo que intercambiaban los primeros besos en público con su novio Maxime, la hija de Estefanía, con la que la princesa dice tener “un vínculo muy particular”, presentaba algunos de los últimos diseños en beneficio de la asociación Caudwell Children, que ayuda a niños con discapacidad.
Pauline promete mucho. También como diseñadora de trajes de novia. Fue en la boda de su cuñada, Marie Chevallier (julio de 2019) cuando, se presentó como diseñadora nupcial.
A la espera de su gran momento, nos quedamos con las pistas que nos dio en esta boda: vestido en seda de zagar y encaje de Chantilly al más puro estilo princesa; y bordados florales en un guiño al vestido nupcial de su abuela, la princesa Grace.