El príncipe Ernesto de Hannover ha sido condenado a diez meses de prisión en régimen de libertad condicional por un tribunal austriaco, que además le prohíbe beber alcohol durante ese período de tiempo y le exigen abandonar temporalmente su residencia en Austria. La condena, tal y como informa la agencia EFE, puede ser apelada y no implicará el ingreso en prisión del condenado a menos que se salte la sentencia que le ha sido impuesta por insultar, amenazar y agredir en estado de ebriedad el pasado verano a agentes de policía y otras personas. Los incidentes por los que se le ha condenado tuvieron lugar entre julio y septiembre pasados en la localidad austríaca de Grünau im Almtal, donde el príncipe tiene una lujosa residencia y un pabellón de caza.
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Ernesto de Hannover y su heredero, cada vez más alejados en su eterno conflicto familiar
Un último capítulo para el complicado año de Ernesto de Hannover
El tribunal regional de Wels, que está a 200 kilómetros al oeste de Viena, consideró también probado que el aristócrata, de 67 años de edad, amenazó gravemente a una pareja que trabajaba en una propiedad de la Fundación del duque de Cumberland. La sentencia incluye que Ernesto de Hannover no podrá vivir durante un período de al menos tres años en su residencia de Grünau im Almtal, lo que hizo que el aristócrata mostrara su contrariedad, pues consideró esa imposición imposible de aceptar. "¡Imposible! Vivo allí desde hace 50 años", exclamó según recoge la agencia austríaca APA. El tribunal también obliga al aristócrata a someterse un tratamiento de psicoterapia.
Cuando se inició el juicio, Ernesto de Hannover mostró su arrepentimiento y lamentó profundamente lo ocurrido, asumiendo su responsabilidad por los hechos que se le imputaban y asegurando que estaba dispuesto a pagar los daños causados, tal y como recoge el medio alemán NDR 1 de Baja Sajonia. Los abogados del aristócrata argumentaron que, desde los incidentes, había mostrado buen comportamiento y recordaron que los mismos tuvieron lugar cuando el príncipe pasaba por una complicada situación personal por el enfrentamiento con su hijo.
Proceso contra su hijo
El primer altercado tuvo lugar el 15 de julio, cuando el noble insultó, amenazó y atacó a varios agentes de Policía. Días después, cuando acudió a la comisaría cinco días después para poner una denuncia por violencia policial volvió a ser detenido tras amenazar a dos agentes. El Príncipe protagonizó un último altercado a comienzos de septiembre en un edificio residencial de la Fundación del duque de Cumberland.
Ernesto de Hannover está inmerso además en otro agrio proceso legal contra su hijo Ernst August, al que demandó a finales de 2020 pidiendo la anulación de las donaciones que hizo a su hijo entre 2004 y 2007, que incluían propiedades históricas de la familia. En la demanda el marido de la princesa Carolina exige la devolución de los castillos de Marienburg y de Calenberg, en el municipio de Pattensen-Schulenburg, así como el de Herrenhausen, en Hannover, propiedades históricas de la familia ahora en manos de su hijo. Le acusa Ernesto de "ingratitud" por lo que tendía así derecho a anular la donación que hizo en su día. Añade que su hijo trató de hacerse con el control de la fortuna de la casa de Hannover a sus espaldas.