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Desde el pasado viernes Sudáfrica se tiñó de luto por el fallecimiento de Goodwill Zwelithini, rey de la nación zulú, a los 72 años a causa de las complicaciones derivadas de la diabetes que padecía y por las que llevaba ingresado varias semanas en un hospital de la provincia de KwaZulu-Natal. Nada más conocerse la noticia, Charlene de Mónaco lamentaba la pérdida del líder y ahora ha querido estar presente en su funeral. La mujer del príncipe soberano Alberto ha viajado en solitario a esta despedida que se ha llevado a cabo en el Palacio Real KwaKhethomthandayo, en Nongoma y en la que ha vestido de riguroso luto, con mantilla negra cubriendo su cabeza, mascarilla y un collar de perlas blancas.
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La Princesa, cuyos orígenes son sudafricanos (nació y pasó su infancia en la ciudad de Bulawayo, en Zimbabue) ha coincidido con otros representantes como el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, encargado de hablar en la ceremonia, su predecesor Jacob Zuma, el primer ministro Mangosuthu Buthelezi o el arzobispo Thabo Makgoba, encargado de oficiar la ceremonia. Todos ellos se han sentado en sillones de cuero colocados para garantizar las distancias de seguridad en este funeral en el que había ramos de flores, una foto presidiendo el acto y un mural azul con fotografías del monarca zulú al que Charlene dedicaba días atrás este mensaje: "El rey Goodwill Zwelithini era un hombre honorable con un corazón puro. Compartimos muchos momentos especiales a lo largo de los años, que siempre recordaré. Extrañaré a mi amigo y rezaré para que la familia real zulú encuentre consuelo".
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El funeral ha sido retransmitido en vivo por diferentes canales de la televisión de Sudáfrica y el gobierno ha habilitado un libro electrónico en el que enviar sus condolencias a los seres queridos del octavo rey zulú, quien fue enterrado hace unas horas (concretamente en la madrugada del miércoles al jueves) en una ceremonia privada a la que solo asistieron hombres tal y como marca la tradición. El nombre de su sucesor en el poder aún no se conoce, pero lo cierto es que su reinado pasará a la historia por haberse extendido durante medio siglo en el que tuvo un papel destacado en debates relevantes del país sobre la xenofobia o la reforma de la propiedad de la tierra . Y es que, aunque Goodwill Zwelithini (tuvo seis esposas y aproximadamente 30 hijos según SWI) no tenía poder político, sí gozaba de una gran influencia.
Su primer viaje en casi medio año
Este es el primer viaje oficial que hace la princesa Charlene fuera de Mónaco desde el pasado mes de octubre, cuando estuvo en una cena de gala en Georgia. Además, es su primer acto público desde hace dos meses. A finales de enero acudía con el príncipe Alberto a una de las festividades con más significado en el Principado: la misa de Santa Devota, patrona de Mónaco. En este acto religioso no estuvieron acompañados de Jacques y Gabriella, pero los mellizos si formaron parte la noche anterioral, cuando prendieron fuego a la barca en el puerto de Hércules, ceremonia con la que se recuerda la historia de la Santa -fue martirizada en 304 en Córcega y se ordenó quemar su cuerpo, pero unos cristianos consiguieron huir con él para darle sepultura-. Desde que son un poco mayores, los niños participan de esta manera en una tradición que se remonta a Luis II de Mónaco.