El conflicto familiar entre Ernst de Hannover y su primogénito, ahijado del Rey Felipe VI, llega a los tribunales y entra en una nueva fase de guerra. El todavía marido de la princesa Carolina acusa al heredero de “ingratitud” por desatenderle y negarle ayuda y exige la devolución de la cesión que le hizo, entre 2004 y 2007, como herencia en vida, del castillo de Marienburg , la propiedad más importante y sede de la Casa, además de otras posesiones familiares, como los castillos de Calenberg y de Herrenhausen.
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La demanda contra su hijo Ernst August, según el comunicado emitido, se eleva a la cifra de cinco millones de euros, cantidad que correspondería a la valoración que se ha hecho de los bienes que le donó como herencia en vida entre 2004 y 2007. Y entre los argumentos que la justifican figuraría que el heredero lo destituyó como miembro de la junta de Welfenstiftung, en Liechtenstein, que administra la propiedad austríaca de la familia, “violando gravemente los derechos e intereses legales del demandante”.
La venta de Marienburg
También le recrimina que decidiera vender Marienburg, a la empresa LIemak Inmobilien, por el precio simbólico de un euro , argumentando que “ya no podía seguir haciéndome cargo de los gastos” y que era una buena solución para seguir conservándolo para el público. El comprador se había comprometido a financiar la restauración —más de 30 millones de euros—, pero tras conocerse que Ernst había parado la operación, todo quedó en nada.
La demanda fue presentada por un bufete de Berlín ante el tribunal regional de Hannover y Ernst, Jr., tiene dos semanas para presentar alegaciones. En declaraciones realizadas al semanario Bunte, este afirma que “la demanda es insustancial y las acusaciones que contiene son falsas”. También que “todos los argumentos han sido invalidados extrajudicialmente en el pasado… Estamos tranquilos ante la disputa legal”.
El jefe de la Casa Güelfa, de sesenta y seis años, también acusa a su heredero de haberse apropiado indebidamente de obras de arte y antigüedades del patrimonio. Y asegura que el hecho de que le negara ayuda tuvo como consecuencia sus altercados con la Policía, por los que fue detenido el pasado verano en estado “de total intoxicación”. El 23 de marzo se sentará en el banquillo de los acusados enfrentándose a una pena de hasta tres años de cárcel.
Ernst, padre, que no contaría con el apoyo de la princesa Carolina —se habría posicionado al lado de los hijos—, ha notificado que se encuentra aislado en una cabaña de caza en Austria y que está gravemente enfermo.