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Como cada año, Alberto y Charlene de Mónaco han llevado a sus hijos a una de las celebraciones más tradicionales del Principado, una festividad que da lugar a unas fotos de lo más espectaculares. Hablamos de Santa Devota, patrona del país costero cuya historia cuenta que fue martirizada en 304 en Córcega y se ordenó que se quemara su cuerpo, pero unos cristianos consiguieron huir con él para darle sepultura. Uno de los símbolos más impresionantes de esta cita es el momento tras la ceremonia religiosa en el que prenden fuego a la barca en el puerto de Hércules, una práctica que reinstauró Luis II de Mónaco durante su tiempo como príncipe soberano. Desde que Jacques y Gabriella son algo mayores, son ellos los encargados de encender la llama. Tras esto han podido presenciar los fuegos artificiales sobre la ciudad-estado.
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© Getty ImagesEl espectáculo, como es natural, asombra año tras año a los niños, a los que esta vez hemos visto cubiertos contra el frío y el coronavirus con mascarillas, sombreros y abrigos cortos. Gabrielle aparecía con un conjunto de color rosa con estampado vichy, incluso luciendo un bolso de Dior a juego; y su hermano Jacques, el heredero, vestido de manera más sobria de azul oscuro y con gorro de punto. A su vez, Charlene se cubría también la cabeza, pero lo hacía con una boina color negra que escondía el radical cambio de look que le vimos hace un mes en una ceremonia navideña. Además, vestía un elegante abrigo largo de color rojo de Akris con solapas rematadas en negro, una prenda de 3.500€ que aún puede adquirirse rebajado a la mitad. Por su parte, el príncipe Alberto ha escogido un discreto y elegante traje de color azul marino, a juego con su hijo.
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© GtresonlineEl lunes, Alberto de Mónaco tuvo otro importante evento en el Principado al inaugurar un nuevo centro de vacunación contra la COVID-19, enfermedad que él mismo ya superó hace algunos meses. Acompañado por varios políticos del Gobierno monegasco, pudo conocer el espacio que se ha instalado en el Forum Grimaldi y que se ha organizado en menos de una semana para cumplir con las necesidades de la ciudad. El lugar permite que los equipos realicen hasta 600 vacunaciones al día, lo que podrá aumentar las cifras que ya señalan que 4.000 ciudadanos -de los casi 40.000 que viven ahí- han recibido el antiviral tras el comienzo de la campaña el pasado 31 de diciembre.
Además, este último evento coincidió con el cumpleaños de Charlene, que celebraba sus 43 años en la más discreta intimidad y junto a su familia. La última vez que la vimos en un evento público fue el pasado mes de diciembre, cuando mostró su comentado cambio de look.
