Alberto y Charlene de Mónaco han acabado el año como unos de los royals más rompedores. En Navidad sorprendían con un posado familiar muy desenfadado en el que el príncipe sorprendía con un simpático atuendo de Papá Noel. Además, su esposa desafiaba al estilo más clásico que suele caracterizar a las princesas luciendo un modernísimo corte de pelo con parte de la cabeza rapada. No obstante, la familia real monegasca ha demostrado que también sabe mostrar su lado más institucional como prueba los elegantes retratos familiares que ha distribuido el palacio principesco.
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En las fotografías podemos ver a la pareja posando con sus hijos, Jacques y Gabriella, que, como es habitual, han vuelto a acaparar buena parte del protagonismo. Los mellizos que acostumbran a regalarnos su lado más espontáneo y divertido, posan como unos profesionales. Jacques, que da la mano cariñosamente a su madre, parece una versión en miniatura de su padre, al lucir un traje muy parecido con corbata en azul claro. Por su parte, Gabriella, luce una falda de tul rosa con una bonita chaqueta de cuadros y grandes solapas blancas y un lazo. Entre ellos, Charlene aparece sentada en una silla con un sofisticado mono blanco y un espectacular collar. Llama la atención su corte bob, muy alejado del estilo rockero que presentaba en las últimas imágenes y que se asemeja al peinado de su hija, cada vez más parecida a ella. De pie tras ellos, vemos a Alberto de Mónaco, sonriente, mientras posa una mano sobre el hombro de su hijo y la otra sobre el de Charlene.
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En otro de los retratos, la pareja posa en el mismo rincón de Palacio, pero en esta ocasión aparecen en solitario de pie y levemente abrazados. Con el semblante relajado y esbozando una ligera sonrisa, Charlene luce en todo su esplendor el deslumbrante mono blanco con pantalón de estilo palazzo, de manga larga abullonada y sutilmente ajustado a la cintura.
Alberto y Charlene de Mónaco arrancan con estas fotografías oficiales un año en el que el principal reto es que la situación sanitaria permita devolver poco a poco la normalidad a la vida de los ciudadanos y también a la institucional. El príncipe monegasco fue el primer jefe de Estado de Europa en dar positivo en coronavirus el pasado mes de marzo y, aunque se encuentra recuperado, hace poco confesaba que arrastró secuelas leves hasta el verano, como tos y fatiga intermitente. También se espera que en 2021 podamos ver cada vez más a Jacques y Gabriella. Aunque desde que eran muy pequeños, los niños eran uno más en buena parte de los actos oficiales de sus padres, van a cumplir siete años, por lo que tal vez su presencia se intensifique, y con ellos, su naturalidad y simpatía que tanto aprecian sus seguidores.