En marzo, coincidiendo con la primera etapa de la crisis sanitaria, Alberto de Mónaco se convertía en el primer jefe de Estado en dar positivo en coronavirus. Tras cumplir con el confinamiento domiciliario, en el que siguió las recomendaciones médicas, el soberano monegasco retomaba su agenda oficial, de la que sigue al frente. A pesar de estar recuperado, el hijo de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly ha reconocido ahora que las secuelas de la enfermedad le han estado acompañando durante una larga temporada. En conversación con People ha dicho que después de su cuarentena tenía algo de tos pero que se sentía bien, sin embargo poco después de esa mejora comenzó a tener fatiga de manera intermitente hasta junio: "No era todos los días, sino dos, tres veces por semana".
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El tío de Carlota Casiraghi ha dicho que el COVID-19 es un virus que permanece con el paciente durante bastante tiempo y ha comparado la fatiga que ha estado sintiendo como una sensación similar a la que aparece cuando se ha hecho demasiado o cuando se está saliendo de una enfermedad. En los primeros días tras dar positivo, sin embargo, tuvo una sintomatología leve parecida a la de un cuadro gripal, incluyendo unas décimas de fiebre, tos, secreción nasal y ligeros mareos. De hecho, a pesar de que estuvo en reposo, pudo seguir adelante con sus compromisos haciendo llamadas telefónicas que tenía pendientes, leyendo libros o revistas y viendo algunos vídeos.
Las cifras de la pandemia en Mónaco son positivas, pero el príncipe Alberto ha dicho que no hay que bajar la guardia y deben extremar las precauciones, al igual que se ha hecho en el Día Nacional de Mónaco y en otros actos públicos. Ahora que se acercan las navidades, el Príncipe ha dicho que serán unas fiestas atípicas y llenas de cambios. "Vamos a tener mucho cuidado, mucho cuidado y cerrar los lugares públicos habituales donde la gente se congrega en la víspera de Año Nuevo, como la Plaza del Casino y el muelle donde normalmente tenemos el Mercado de Navidad, que es una versión muy reducida este año", ha dicho, aplaudiendo además el comportamiento de los monegascos y mostrándose cauto respecto a las fechas estimadas de vacunación.
El otro susto de los Grimaldi
Durante los días que estuvo enfermo, Alberto de Mónaco no solo estuvo en contacto constante con la princesa Charlene y los mellizos Jacques y Gabriella, sino también con su hija mayor. Meses después, en julio, Jazmin Grace Grimaldi pasó por la misma situación que su padre, una noticia que fue para ella un shock porque dice haber cumplido a rajatabla con las normas. La cantante ha reconocido haberlo pasado muy mal con picor en la garganta, fiebre elevada durante varios días, fuertes migrañas, dolor en los pulmones... Además, sus síntomas se extendieron durante más de un mes y tuvo que acudir varias veces al hospital, desde donde compartió su experiencia con el fin de ayudar a otros pacientes y concienciar.
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