Tradición es una de las palabras que más peso tiene en el seno de una Familia Real. Este tipo de instituciones son fieles, de manera implacable, a las costumbres y prácticas que se les atribuyen. Sin embargo, como ha tenido que hacer el resto del mundo, este año la realeza de medio mundo ha visto cómo sus hábitos, sus actos solemnes y demás ceremonias se veían afectados por la pandemia mundial de coronavirus, que ha dado al traste con multitud de planes. El Día Nacional de Mónaco no ha sido una excepción. Alberto de Mónaco ha tenido que hacer una serie de cambios de cara a garantizar la seguridad en la celebración de este año.
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Recordamos cómo fue la fiesta monegasca en 2019
Para empezar, únicamente se ha invitado al acto a aquellas personas residentes en el Principado y en sus inmediaciones, con el fin de limitar al máximo los desplazamientos. Por su parte, la misa Te Deum que suele oficiarse en la catedral de Montecarlo y que tendrá lugar el jueves 19 de noviembre, día grande, verá reducido notablemente el número de invitados, como ocurrirá con el concierto de Cécilia Bartoli, que estará limitado a 500 personas.
Para asegurar la distancia social, la toma de posesión de los ejércitos y el tradicional y vistoso desfile militar que siempre se ha llevado a cabo en la plaza de palacio se han cancelado en esta ocasión. No ha sido el único evento que se ha suprimido. También lo ha hecho la recepción del cuerpo diplomático y consular, así como el espectáculo piromelódico de Port Hercule. Del mismo modo, no habrá ceremonia de entrega de las Medallas del Trabajo ni de las Medallas de Honor. En lugar de eso, los premiados recibirán su galardón en sus domicilios.
En todas las ceremonias presididas por alguno de los Grimaldi, ya sean Alberto o Charlene de Mónaco, se exigirá la pertinente mascarilla, y durante su transcurso se eliminará la recepción. Únicamente se hará entrega de las medallas de manera individual. El príncipe ha querido que este año, además, se preste una especial atención a todas aquellas personas que han estado implicadas en la lucha contra el COVID-19, por lo que ha creado una suerte de división cuyos representantes serán homenajeados en una ceremonia, el próximo 16 de noviembre.
Lo que sí se llevará a cabo es la parada castrense, que podrán disfrutar solamente aquellos que estén invitados y justo al comienzo de la ceremonia religiosa. Tal y como ha avanzado Alberto de Mónaco, todos los actos se vinculan a la evolución de la situación sanitaria, por lo que podrían sufrir de nuevo algún cambio. Lo que está por ver es si, como el año pasado, los niños de la casa Grimaldi volverán a ser los absolutos e indiscutibles protagonistas de una fiesta grande que se ha convertido en la más importante del Principado.