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Poco a poco la Casa Real monegasca va recuperando la normalidad y retomando su agenda, siempre cumpliendo con la snuevas medidas de precaución con motivo de la pandemia global. Alberto de Mónaco fue uno de los primeros royals en contraer el coronavirus, pero, afortunadamente, ya se encuentra plenamente recuperado y, por primera vez desde que superase la enfermedad lo vemos rodeado de su familia. La vida en el Principado también sigue su curso pese a la crisis y la inauguración de un nuevo casino en Montecarlo ha servido para reunir a un buen plantel de la Familia Real, encabezado por los príncipes Charlene y Alberto. Con ellos, estaba Estefanía de Mónaco, junto a sus tres hijos, así como Pierre y Andrea Casiraghi, que ha acudido acompañado de su esposa Tatiana Santo Domingo.
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Charlene y Alberto de Mónaco parecen vivir una luna de miel desde que se reencontrasen tras la estricta cuarentena que ha tenido que cumplir el hijo de Rainiero. Poco después, la pareja reaparecía en público en un vídeo para felicitar la Pascua en el que se les veía muy unidos en unas idílicas imágenes grabadas en el jardín de su palacio de verano Roc Agel. Ahora, volvemos a verles juntos en un acto que denota cierta vuelta a la normalidad, aunque las mascarillas con las que todos se protegen, nos recuerdan que no debemos bajar la guardia. A pesar de que gran parte de su rostro está cubierto, los gestos de los príncipes son toda una exhibición de complicidad y cariño. Con un vestido midi de flores y una elegante americana blanca, Charlene no se separaba de su marido, al que cogía del brazo mientras saludaban a los allí presentes y se dirigían al interior del imponente casino.
Estefanía de Mónaco, a la que no habíamos visto en público desde que comenzase la crisis sanitaria, ha asistido acompañada por sus hijos, Camille Gottlieb y Pauline y Louis Ducruet, que iba acompañado de su esposa Marie Chevallier. La hermana del príncipe Alberto, que ha apostado por unos pantalones blancos con camisa negra, llevaba una mascarilla a juego que, en una de las imágenes, su hijo mayor parece tratar de ayudarle a colocársela correctamente. La princesa ha pasado el confinamiento muy bien acompañada ya que ha estado en casa con sus hijas menores, Camille y Pauline, que han vuelto a convivir con su madre, algo que no ocurría desde que ambas se independizaron. Las dos hermanas han optado por el color marfil, Pauline, con un vetido de estilo gabardina con lazada a la cintura, y Camille, con una blusa holgada sobre unos pantalones de estampado floral.
Tampoco se han perdido la cita, los hijos de Carolina de Mónaco Pierre y Andrea Casiraghi, acompañado de su mujer Tatiana Santo Domingo. La pareja ha sorprendido por sus originales mascarillas. La joven de origen colombiano lucía un vestido de estilo bohemio y se protegía con una mascarilla, muy acorde con el look, decorada con detalles vegetales. Su esposo, por su parte, llevaba una con estampado militar. No estaba Beatrice Borromeo, mujer de Pierre, a la que, sin embargo, ya hemos podido ver la pasada semana en la exposición de Ferrari que se organizó en las calles de Mónaco con motivo del Gran Premio de automovilismo que tuvo que ser aplazado a causa de la pandemia.
Alberto de Mónaco, ya en plena forma
Tambien la semana pasada, Alberto de Mónaco retomaba su agenda con una visita al centro de pruebas de COVID-19 del Principado, donde se sometió voluntariamente al test y charló muy animadamente con las autoridades y el personal sanitario allí presente. Además, como prueba de que ya se encuentra en plena forma, ha mostrado una faceta muy poco habitual para un príncipe Cuando estaba previsto que se celebrase el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, el director cinematográfico Claude Lelouch quiso hacer un remake de su corto C'Était un rendez-vous, de 1976, y que muestra un recorrido a toda velocidad por las calles de París. Para grabar este homenaje al emblemático filme, el cineasta, de 82 años, trasladó la acción a Montecarlo y contó para el reparto con el piloto de Ferrari Charles Leclerc y con el mismísimo Alberto de Mónaco, demostrando que es digno heredero del talento de Grace Kelly.
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