Es el miembro de la familia Hannover menos mediático hasta el momento, algo que podría empezar a cambiar a partir de ahora. Alejandra de Hannover, hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover ha concedido, a sus 20 años, su primera entrevista y en ella ha confesado no solo algunas de sus aficiones, o cómo se ve en un futuro, sino también sus impresiones acerca de todo lo que la rodea, incluida su particular posición como princesa europea. Y es que muchos tal vez lo desconozcan, pero ella es la que mayor rango ostenta si la comparamos con todos sus hermanos y sus primos.
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Duquesa de Brunswick y Luneburgo y princesa de Gran Bretaña e Irlanda, Alejandra de Hannover se muestra, desde el primer momento, como una joven tímida en su larga conversación con la revista Telva. Confiesa que le apetece que la conozcan pero que no sabe si le acabará gustando la prensa, dado que nunca antes se ha expuesto como ahora. Reflexiva, muy sensible y con sentido del humor, la hija de Carolina de Mónaco se reconoce tímida y una apasionada de la lectura de novelas y de biografías y de los idiomas -habla alemán, inglés, francés y ha estudiado español e italiano-.
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Creció montando a caballo y esquiando y, con diez años, descubrió cuál era su verdadera pasión: el patinaje sobre hielo. "Aunque tuve que dejarlo un año antes de acabar mis estudios de bachillerato, quedará ahí como un aspecto clave de mi vida. Admiro esa mezcla que tiene de componente artístico y de disciplina atlética. Su nivel de exigencia. Tenía, por supuesto, que aparecer cada día en los entrenamientos, pero había algo mejor: el saber que nadie podía hacerlo por mí. Al deporte le da igual quién seas o de dónde procedas. Debes esforzarte igual que los demás. En el deporte está claro que nada se regala", explica al tiempo que destaca que, en esta disciplina también podía dar rienda suelta a su otro gran hobbie, que no era otro que el mundo de la moda.
"Una de las fases que más disfrutaba era cuando tocaba pensar qué traje quería llevar para la pista, qué música me apetecía interpretar", prosigue antes de señalar que su época preferida, en este sentido, es la que abarca las décadas de los 50 y los 60, aunque su estilo es mucho más actual. "Visto acorde con mi estilo de vida, pero tengo que reconocer que cojo muchas cosas del armario de mi madre. No sé si ella está tan contenta como yo con eso. Últimamente he cogido el hábito, así que está acostumbrándose y hasta le hace gracia. Ahora que todos nos hemos concienciado de que debemos cambiar nuestra forma de comprar invirtiendo menos y mejor, supongo que coger cosas del armario de mi madre es más sostenible. Mis cuñadas, mis hermanas o mi madre, todas tienen un estilo increíble y disfrutan arreglándose, así que nunca me falta inspiración", explica animada.
A lo largo de la extensa conversación, la hija de Ernesto de Hannover desvela, por ejemplo, que su Rolling Stone favorito es Mick Jagger, que está muy involucrada con el cambio climático -como su hermano Andrea Casiraghi- y que le gustaría ser personal shopper. "Compraría para los demás, así que disfrutaría de ese placer pero en un segundo plano, sin sentirme culpable. Me quedaría con la mejor parte", bromea Alejandra de Hannover, la hija más pequeña de Carolina de Mónaco que, tal y como su madre le ha inculcado, no ha descuidado su formación universitaria -concretamente estudia Ciencias Políticas y Filosofía en Nueva York-. Su vida personal, además, transcurre muy feliz, al lado de Ben-Sylvester Strautmann, con el que sale desde hace cerca de tres años.