Louis Ducruet tiene altas miras en la vida, y, cómo no, también en el amor. Eso fue lo que llevó al hijo de Estefanía de Mónaco, como ha revelado esta semana a la Gaceta de Mónaco, a guardarse "cosas importantes" cuando conoció hace ocho años a su hoy mujer, Marie Ducruet. De las cosas que no le dijo, de su sueño de ser presidente del AS Mónaco, de sus muchos proyectos y de otras varias cuestiones de su ajetreada existencia, incluido por supuesto su feliz matrimonio, habla en esta entrevista.
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Louis Ducruet nunca quiso que su condición, como hijo de princesa y sobrino y nieto de dos soberanos de Mónaco, "influyera en la relación sentimental" que mantiene con su mujer. Y no lo hizo desde el primer momento. No cabe ni la más remota duda de que Marie no se sintió atraída por sus orígenes principescos cuando le conoció, porque sencillamente le había ocultado este aspecto nada baladí de su vida al comienzo de su historia de amor: "Cuando nos conocimos, Marie no sabía nada de mis vínculos reales. No quería que ese aspecto influyera en ella. Pasó un tiempo antes de que finalmente se lo explicara todo. Y eso no ha cambiado su manera de mirarme. Prueba de la sinceridad de nuestros sentimientos".
Había encontrado el amor verdadero. Su relación se erigía sobre pilares robustos como la complicidad, la confianza, la admiración y el apoyo incondicional: "Marie, a quien conozco desde hace ocho años, demuestra ser una ayuda preciosa en todos mis proyectos. Siempre tuve la suerte de estar bien rodeado, ya sea por mi familia, por mis amigos y hoy por una mujer que nunca deja de apoyarme", confesó Louis Ducruet a la Gaceta de Mónaco. La persona que siempre está para él "es una mujer trabajadora, responsable, tenaz, que siempre me brinda apoyo, consejo, serenidad, calma inagotable. Con ella, todo parece obvio".
Louis y Marie Ducruet se casaron en una preciosa boda tradicional en el Principado. Se dieron un ilusionados el sí, quiero en la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada y brindaron por el amor con todos sus invitados, la familia Grimaldi reunida para la ocasión, la familia de la novia, que tiene raíces vietnamitas, y los amigos de la pareja en el hotel Montecarlo Bay el 27 de julio de 2019. Durante una entrevista con la publicación francesa Gala, los novios, hoy feliz matrimonio, expresaron su deseo de formar una familia numerosa. No tardaron en empezar a hacer realidad su sueño dando la bienvenida al pequeño Pancake, su perro, de quien hablan como de su propio "hijo".