Solo hay una persona en todo París capaz de reunir bajo el mismo techo a una emperatriz retirada, una princesa admirada en todo el mundo y una primera dama en activo. Y esa persona es Stéphane Bern, periodista, presentador y escritor especializado en Historia y realeza europea y toda una celebridad en Francia. Hace unos días, Monsieur Bern presidió los Prix 2019 de la Fondation Stéphane Bern pour l'Histoire et le Patrimoine-Institut de France, unos premios que entrega anualmente la fundación que lleva su nombre y que reconocen la labor de historiadores y conservadores del patrimonio francés.
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Bern logró contar este año con dos madrinas de excepción para sus premios: la princesa Carolina de Hannover y la primera dama gala Brigitte Macron. Entre el público se encontraba otra leyenda de la realeza: Farah Pahlaví, emperatriz de Irán y viuda del sha de Persia. Los príncipes Joaquín y Marie de Dinamarca, que actualmente viven en París, tampoco faltaron a la cita, que se ha convertido en uno de los grandes eventos de la vida cultural de esa ciudad.
Los premios tuvieron como escenario el Institut de France, que aglutina a cinco de las grandes academias de Francia, incluidas la de Bellas Artes y la de Ciencias. Xavier Darcos, presidente de esta prestigiosa y antigua institución, no pudo disimular su asombro al ver reunidas en su casa a tres leyendas como son la princesa Carolina, la emperatriz Farah y Madame Macron.
De hecho, Darcos celebró en su discurso el poder de convocatoria de Stéphane Bern: "Querido amigo, las relaciones que tienes con todos son radiantes y agradables. Están hechas de lealtad, fidelidad y sinceridad. Como tú, combinan modestia y fervor. Tú estás interesado en el otro y, por supuesto, el otro está interesado en ti. Es muy simple: todos te quieren. Porque para ser amado, tienes que ser amable".
Gracias a esa famosa amabilidad, el periodista y presentador consiguió que este año la princesa Carolina entregara el Premio de Historia al historiador Clément Horvath por su obra Till Victory : Lettres de soldats alliés ("Hasta la victoria: cartas de soldados aliados").
Bern no pudo más que agradecer a la princesa por su presencia. "Señora, conozco desde hace mucho tiempo su amor por las artes y las letras, que se ilustra particularmente en el Fundación Príncipe Pierre de Mónaco. Su compromiso social es conocido por todos, pero su pasión por la Historia sigue siendo secreta. Sin embargo, su conocimiento es vasto y preciso, me atrevería a decir que casi enciclopédico".
Por su parte, Briggite Macron entregó el Premio de Patrimonio a la organización Chantiers Histoire et Architecture Médiévales. Nuevamente, Bern se deshizo en halagos a la otra madrina de la ceremonia. "Usted nunca nos niega su amabilidad, su disponibilidad y su cortesía, ni siquiera cuando el clima es tormentoso", reconoció el periodista, quizá refiriéndose a las huelgas contra Emmanuel Macron que azotan Francia desde hace más de un mes.
La primera dama se sintió muy emocionada al oír las palabras de su amigo y en su discurso dijo: "Querido Stéphane, fuiste uno de los primeros que, tan pronto como Emmanuel se convirtió en presidente, vino a hablarme sobre el patrimonio. Viniste un poco como Don Quijote atacando a los molinos. Pero vi en ti a un vencedor, tú eres un hombre que nunca se rinde ante los obstáculos. Gracias por tu entusiasmo, no lo moderes nunca… aunque creo que no tengo nada que temer".