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El pasado 12 de noviembre Grace Kelly hubiera cumplido 90 años. Por este motivo, su recuerdo no ha podido pasarse por alto en el Día Nacional de Mónaco. La princesa que antes de llenar de glamour Mónaco triunfó en Hollywood ha sido homenajeada por una orquesta de carabinieris que bajo la emocionada mirada del príncipe Alberto han interpretado el popular himno de Amazing Grace en la explanada del Palacio a la vez que en formación creaban el doble monograma “G” de la princesa Grace. La melodía se ha iniciado al ritmo de un gaitero -el padre de Grace Kelly era irlandés-creando la atmósfera perfecta para homenajear a la inolvidable princesa.
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Difícilmente conteniendo las lágrimas, Alberto de Mónaco ha vivido con especial emoción este momento en el que ha vuelto a recordar a su madre, a la que perdió tras un fatídico accidente de tráfico cuando tan solo tenía 24 años. A su lado, su mujer, la princesa Charlene, quien no ha dudado en reconfortarlo, cogiendo fuertemente su brazo. Tras la actuación musical, y embargado por los sentimientos, el príncipe ha abandonado el balcón para volver a ocuparlo segundos después.
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Anteriormente y también como parte del homenaje a la recordada Princesa monegasca una representación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos llegada de Washington ha realizado un ejercicio de malabarismos con rifles que han dejado con la boca abierta a los hijos del príncipe Alberto y Charlene, los príncipes Jacques y Gabriella.
Recientemente, Alberto de Mónaco concedía una entrevista a la cadena de radio francesa RFM en la que hablaba de su madre, cuya desaparición le marcó tanto y le dejó un gran vacío. "Lo que recuerdo es su gran amabilidad, su increíble generosidad de corazón y de mente. Ella siempre estaba lista para escuchar al otro. Era una persona tan generosa, radiante de bondad. Todavía me conmueve mucho cuando hablo con personas que la conocieron, que fueron tocadas por mi madre".
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